Recientemente Facebook ha hecho noticia anunciado una moneda digital llamada LIBRA que permitirá a sus miles de millones de usuarios realizar transacciones financieras en todo el mundo. El evento ha sido una sacudida en función del poder que tiene esta compañía: Facebook es uno de los cinco punteros del índice NASDAQ de la bolsa de WallStreet, junto con Google, Netflix, Apple y Amazon, constituye el llamado grupo “FAANG” o “Colmillo”; el cual mantiene un convulsionado neoliberalismo a flote en pleno auge de la cuarta revolución industrial. Parte de ese auge ha sido la capacidad hegemónica de los líderes tecnológicos de montar la vanguardia, o cuando menos labrar muy cerca de la vanguardia.
Así como el plan maestro de TESLA no es vender carros eléctricos ni de UBER ser la mejor compañía de taxis (sino la tecnología de la conducción autónoma) así Facebook ha puesto su vista en la tecnología de la identidad virtual para configurar un nuevo tipo de ciudadanía. Su plan ha comenzado en la transformación de la forma en que las personas se comunican en red, la interface Facebook, así como twitter, representan cambios radicales de construir comunidad, pero LIBRA es el plan de construir una nueva forma de institucionalidad entre individuos y comunidades a escala global.
¿Qué es LIBRA? A modo simple, es una nueva moneda virtual de base blockchain (token) que será custodiada y respaldada por Facebook y sus aliados. La moneda vale por dos motivos, en primer lugar, porque detrás de ella se encuentran los masivos activos de Facebook y sus aliados, y segundo, por el “momentum” tecnológico y la imagen de Facebook. Al tiempo que la red blockchain integre más y más comercios reconocidos a escala planetaria, pagar en el ecosistema de LIBRA se vuelve conveniente y efectivo para el consumidor. Y eso es justamente un discurso hegemónico, hacer ver el interés privado como el interés del colectivo, en la máxima expansión de ganancias hacer ver la resolución de problemas y la satisfacción de necesidades.
Si bien LIBRA resuelve la cuestión de la permuta de bienes servicios, la articulación de una nueva forma de identidad y de ciudadanía se obtiene mediante CALIBRA, la segunda fase de este proyecto. Toda moneda, física o virtual, rquiere de un “monedero”, CALIBRA es el custodio del token LIBRA, pero también de todos los tipos de token en circulación: BITCOIN, ETHEREUM, TRON, XRP, etc. Pero más aún, CALIBRA se vuelve el custodio de otros tipos de información: datos de seguridad social, bancarios, empleo, inversiones, hábitos de consumo, de conducta, estados físicos y emocionales, etc. Todo lo que pueda ser digitalizado y “tokenizado” puede ser almacenado y distribuido en el blockchain. A fin de cuentas, lo que requiere es un código y un algoritmo con la capacidad de procesar esa información, y es ahí donde entran el BigData y la Inteligencia Artificial. Al final todo es información y conocimiento.
Este nuevo monedero se convierte entonces en un monedero o “billetera” tradicional, almacena dinero pero otra información importante: datos personales que expresan a la “persona”. Una base virtual integrada que almacena toda la información que compone lo que podemos llamar una identidad, que de hecho se vuelve más efectiva que una base física: es más completa y no se puede olvidar o perder. La naturaleza de la ciudadanía define además un nuevo tipo de inclusión.
Por ejemplo, supongamos que ud. quiere solicitar un crédito. Normalmente los bancos requieren que firma una carta para consultar (y compartir) su información con el sistema financiero para saber de su historial crediticio. Además requieren de su información laboral, personal y referencias profesionales. Todo ello con el objeto de construir una imagen aproximada de su “persona”, y luego analizar si su perfil lo hace sujeto de crédito.
En esto hay deficiencias, por ejemplo, el Banco tiene una idea aproximada de qué tan responsable soy en función de mi conducta de pago pasada, pero no sabe otra información que pudiera complementar mi perfil, por ejemplo: conductas comunitarias, premios y menciones laborales, estados de ánimo que reflejen disciplina y frugalidad, etc. Del lado del consumidor, también hay deficiencias: ¿quién accede a mi información, cuantas veces y por qué motivo? ¿cómo evito ser luego sujeto de promociones no requeridas o peor aún de extorsión?
La respuesta a esto en el nuevo ecosistema de CALIBRA es el blockchain, como un libro mayor gigante, toda la información requerida por el banco es autorizada por el cliente desde su blockchain, y todo acceso y consulta queda registrado en el blockchain.
Los Bancos Centrales del mundo han declarado de forma unilateral la necesidad de retener y regular este proyecto, pero si hoy es Facebook mañana lo será JP Morgan Chase, Western Union, todo el grupo Bilderberg. El poder contra-hegemónico puede retardar el paso del tiempo, pero no puede hacer que vaya en reversa.
Finalmente, CALIBRA es el primer proyecto de tipo blockchain con escala industrial que puede transformar la forma en que se construye la identidad y la ciudadanía en el mundo nuevo. Esta es una razón espeluznante de porqué la burguesía -como Zuckerberg- sigue siendo vanguardia y es porque antes que el proletariado o siguiera el Gobierno imaginará la escala de la transformación de la identidad, un equipo buscando su interés personal está a las puertas de ser la narrativa del discurso hegemónico.