El plástico se ha convertido en algo tan fundamental en nuestras vidas que hemos dejado de notarlo.
Fue hace poco más de 100 años que los primeros plásticos modernos comenzaron a ser parte de la vida diaria.
Hoy, este material se ha convertido en algo tan común en nuestras vidas que hemos dejado de notarlo. Incluso, la mayoría de los objetos con los que estamos en contacto a diario están hechos de plásticos.
Las necesidades del ser humano lo han llevado a utilizar plástico en todo.
Un claro ejemplo son los envases de PET, que tienen numerosos beneficios funcionales como su resistencia, seguridad, mecanismo de apertura vía tapa rosca, bajo peso, etc; pero su uso tan práctico también lo ha hecho uno de los contaminantes más abundantes del planeta.
Los beneficios del PET La producción de botellas de plástico PET implica un bajo consumo de energía, agua y materias primas aditivos con sospechas. Son 100% reciclables y, sobre todo, permiten entregar al consumidor más producto por un menor precio, así como una distribución más segura y eficiente.
Está demostrado que la huella de carbono que tienen, es menor a la de otros materiales.
El uso de estos envases ha sido adoptado por la sociedad, pues de acuerdo con elInstituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 2017), el 73% de los hogares en México, se abastece de agua para beber con garrafones o botellas; el 69% considera que esta presentación es más saludable; y para el 4.8% es la única forma de obtener el recurso.
Además, una botella de refresco de plástico de 330 mililitros pesa alrededor de 18 gramos, mientras que una botella de vidrio con igual capacidad puede llegar a pesar hasta 1,300% más (alrededor de 250 gramos).
Al reinterpretar este dato, podemos deducir que transportar envases más pesados requeriría más energía y buena parte de ésta proviene de combustibles fósiles que aumentarían las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
El reciclaje plástico no solo es necesario para reducir el impacto de éste en el medio ambiente, también se ha convertido en unaoportunidad de empleo para miles de personas, tanto para su producción, como para su recuperación y reciclaje para transformarlo a distintos productos como otros envases, fibras textiles y láminas de termoformado, entre muchos otros.
La industria nacional de reciclaje PET generó más de 2,900 empleos directos y más de 35,000 indirectos, de acuerdo con datos deECOCE A.C., Asociación Civil sin fines de lucro creada y auspiciada por la industria de bebidas y alimentos.
En México, de 2002 a 2018 se evitó la emisión de casi 20 millones de toneladas de CO2, lo que podría significar haber plantado 523 millones de árboles (el equivalente a 1,326 Bosques de Chapultepec). Esto fue posible gracias al acopio de más de 6 millones de toneladas de residuos de PET.
