El mercado brasileño prolongó este miércoles la euforia desatada tras la llegada a la presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro y la Bolsa de Sao Paulo rompió la barrera de los 93,000 puntos, sumando así su quinto récord en las seis sesiones de 2019.
El índice Ibovespa de la Bolsa paulista, referencia del parqué, avanzó hoy un 1.72 % y se situó en los 93,613 puntos, mientras que el dólar bajó un 0.72 % y era negociado a 3.688 reales para la compra y 3.689 reales para la venta en el tipo de cambio comercial, su menor nivel desde octubre pasado.
Las ganancias se intensificaron este miércoles después de que el Gobierno ofreciera señales de que avanzará en la reforma del sistema de pensiones y jubilaciones, la piedra angular de la agenda económica del nuevo presidente.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, anunció la víspera que el Gobierno prevé incluir la creación de un régimen de capitalización individual, similar al chileno, en el proyecto que enviará al Congreso para reformar el sistema de pensiones.
La posibilidad de negocios que se abriría para el sector privado y el positivo impacto que podría tener sobre el abultado déficit fiscal animó la Bolsa de Sao Paulo, aunque el mercado ha advertido de que estará atento a cualquier tipo de modificación que suavice la propuesta.
Según el plan inicial, la implantación del sistema de capitalización individual estará precedida de una reforma que establecerá una edad mínima para acceder a la jubilación, a fin de suavizar la transición hacia el nuevo régimen.
El ejecutivo tan sólo ha ofrecido algunas ideas sobre el modelo que adoptará, pero el borrador oficial deberá ser presentado en las próximas semanas.
De acuerdo con los analistas, el buen humor de la Bolsa de Sao Paulo fue más allá de la política brasileña y coincidió con el optimismo extendido en las plazas internacionales, en medio de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China.
Bolsonaro conmemoró la víspera los récords alcanzados en la bolsa y aseguró que su Gobierno está "rescatando" la confianza del inversor en Brasil, país que en 2017 dejó atrás dos años de profunda recesión en los que el PIB acumuló una caída del 7 %.
Hoy, tras el nuevo récord, el mandatario volvió a celebrar los resultados bursátiles en sus redes sociales: "Al escenario mundial se sumó el optimismo en Brasil con el nuevo Gobierno. ¡Con salud fiscal y libertad económica, vamos a rescatar la confianza en nuestro país!", manifestó.
El romance entre los inversores y el nuevo presidente brasileño comenzó durante la campaña electoral, cuando se alió con Paulo Guedes, un economista formado en la Escuela de Chicago que con su receta liberal ha conseguido el pleno respaldo del mercado.
En la primera semana al frente del Gobierno, el equipo económico de Bolsonaro, capitaneado por Guedes, ya ha anunciado que pretende privatizar o liquidar unas 100 empresas públicas, acabar con las "distorsiones" en la banca pública que aumentaron drásticamente los intereses y "desvirtuaron" el mercado de crédito en el país y vender edificios públicos para contener el elevado gasto público.
El Gobierno, sin embargo, todavía no ha ahondado en los detalles de su plan de choque para sanear las maltrechas cuentas del país y ha incurrido en algunas contradicciones, las cuales han obligado a los portavoces del Ejecutivo a salir al paso y negar cualquier tipo de disputa interna en los primeros días de gestión.