La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) señala que se deben adoptar medidas para mitigar el daño de los agrotóxicos en los suelos, por lo que un joven ha decidido promover una forma de cultivo orgánica por medio de la agroecología.
Oscar Alemán, mejor conocido como Toto, recorre las calles del cantón El Tránsito, municipio de San Pablo Tacachico, La Libertad, visitando a 18 familias que cultivan alimentos sanos y libres de pesticidas y agrotóxicos.
El proyecto “Fortalecimiento de las capacidades locales para la convivencia comunitaria y mejora integral de hábitat” que lleva acabo la Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima (FUNDASAL) tiene un eje fundamental para promover la agroecología.
Unas 18 familias y 50 jóvenes del Centro Escolar Cantón El Tránsito están siendo capacitados para el establecimiento de huertos agroecológicos comunitarios. Toto muestra a los miembros de la comunidad formas de cultivo sin utilizar componentes tóxicos en los sembradillos.
En uno de los primeros huerto visitados a diario por el joven es el de Emilia Ramírez, quien es habitante del canto el Transito, que comenta que el beneficio generado por la agroecología es además de saludable, económico.
“La cosecha se me ha dado en tres meses. Aprendí a hacer un abono orgánico que nos ha ayudado con las plantitas. A la primera composta le pusimos caca de vaca, ceniza carbón, hoja de huerta. Yo me comunico con Toto para hacer bien el huerto y me siento contenta de ver esos grandes tomates. La gente cosecha con venenos químicos que hacen daño. Esta tomatera yo la hice solo con cosas orgánicas como me dijo Toto”, dice, mientras muestra los frutos de su huerto.
Al preguntar a Toto qué significa para él trabajar con comunidades por medio de la agroecología, él responde: “he crecido como profesional, como activista y como un hombre que cree en procesos de transformación social. En San Pablo Tacachico estamos aprendiendo a construirlo, a darle valor a nuestra palabra y a nuestro trabajo. ¿Cómo le damos valor a nuestra actividad? Porque el trabajo realizado se sustenta en los principios de la solidaridad y la colectividad. Es necesario cultivar nuestro pensamiento y apostarle a la agroecología”, asegura.
Son 18 huertos agroecológicos que han tenido cosechas de tomate, chile dulce, pepino, rábano, cilantro, perejil, albahaca, chipilín y rosa de Jamaica, además de otros cultivos que han agilizado la economía local de la comunidad.
Las proyecciones de Toto son forjar un componente político para sentar las bases de una asociación cooperativista con principios en la lucha por la tierra basada en la agroecología.