Mientras el sitio oficial del Gobierno de El Salvador traslada los datos gruesos del comportamiento de la Pandemia de Covid 19 en el país, en gran parte del territorio va creciendo la incertidumbre acerca de la exactitud y veracidad de los datos reportados, habida cuenta que en varios hospitales del país se producen diariamente fallecimientos por enfermedades respiratorias registrados como neumonías atípicas y en una buena cantidad de municipios siguen apareciendo casos sospechosos, a quienes no les realizan la Prueba PCR y logran recuperarse o lamentablemente fallecen en sus hogares sin un diagnóstico preciso.
El mismo Ministro de Salud ha aceptado el subregistro de casos confirmados y muertes por Covid 19 y ha planteado algunas alternativas, no obstante, el enorme dilema sigue recorriendo el país y es altamente necesario poder subsanarlo para garantizar un mejor pronóstico de la pandemia en los próximos días.
Desde el punto de vista científico es importante realizar las pruebas a todos los contactos de casos positivos y a todos los sospechosos de portar el coronavirus, pues solamente de esa manera se puede realizar el rastreo epidemiológico de casos en campo y cercar el avance del virus, independientemente de la existencia o no de una Ley de restricción de la movilidad, en virtud que el Código de Salud le da esas facultades al MINSAL. Verdaderos cercos sanitarios son vitales en esta fase de la pandemia.
Pero de igual manera, políticamente es trascendental para el país que las cifras de casos confirmados y fallecidos sean las reales, pues es el único camino para promover la unidad de todos los sectores y caminar coordinadamente en esta difícil senda crítica del Covid 19. El Salvador entero necesita certidumbre, anhela saber cuántos contagios existen realmente y dónde están localizados; está urgido de saber con exactitud el número de fallecidos, incluyendo las muertes por Neumonía atípica. Eso nos daría un panorama claro de las dimensiones de la pandemia y facilitaría la aprobación de leyes, decretos ejecutivos, lineamientos o directrices que serían impulsadas como una sola nación. De lo contrario, somos altamente vulnerables y ciertamente, las cifras serían inmensamente mayores
Finalmente, también es vital conocer de las cifras para poder determinar las necesidades reales de insumos, equipos, logística, entre otros y apelar de esa manera a la ayuda internacional, ya sea en créditos blandos o ayuda no reembolsable. No se debe seguir bregando aisladamente este camino, pues la comunidad internacional está a la expectativa del desarrollo de la pandemia y no podemos darnos el lujo de perder ayudas financieras o créditos a causa de la polarización entre los órganos del Estado, independientemente de la visión y postura que cada salvadoreño tenga.
No está de más recordar, que El Salvador presenta una tasa de prevalencia (casos acumulados) de 8 casos por cada 10,000 habitantes, sumamente lejos del 40 a 60% de inmunidad colectiva o inmunidad rebaño frente a covid-19 que ha sugerido la OMS (1) y otros científicos, lo que obliga realmente a repensar la actividad socioeconómica del país antes de contar con la vacuna inmunizadora para el virus
(1) Inmunidad colectiva es la fracción de la población que debe volverse inmune para que la propagación de la enfermedad disminuya y se detenga cuando se levanten todas las medidas preventivas, como el distanciamiento social
Fuentes:
Sitio Web Gobierno de El Salvador
Sitio Web Coronavirus Johns Hopkins University
Link de información completa:
https://drive.google.com/file/d/1gcYX16LE-2M4GaG8sDsTW39k8E4zvM1x/view?usp=sharing