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El camino hacia la decadencia de ARENA

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"La ARENA decadente ahora tiene 40 años de fundación y está en proceso de descomposición... La comunidad internacional no sirvió para prevenir las masacres y el abuso de poder en los periodos que gobernaba": Fredis Pereira

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Por Fredis Pereira, académico


ARENA fue fundada por quién logró unir al pueblo salvadoreño, movilizando multitudes de pobres y a ricos millonarios, con la promesa de contrarrestar lo que consideraban la amenaza comunista. Eran tiempos de la guerra fría, así nace ARENA cantando que El Salvador será la tumba donde los rojos terminaran. Los recursos económicos y la propaganda contra la amenaza roja también sirvieron para organizar escuadrones de la muerte, que asesinarían al líder católico Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez y también a otros tantos ciudadanos por ser sospechosos de comunistas, miles murieron masacrados sin tener un justo juicio. Así comienza también la decadencia de ARENA, mientras su líder fundador, Roberto D’Aubuisson, seguía acumulando poder.

El caminos de la decadencia es imperceptible en tiempos de acumulación de poder y bonanza política de ARENA. Es el momento donde todos convergen en apoyar cualquier iniciativa sin cuestionar, al menos públicamente. Porque en la política reiteradamente participa la gente más ruina, que está dispuesta hacer cualquier cosa con tal de conseguir lo quiere, sí, aunque esto sea matar a un ser humano. Siendo rodeado por gente ruina, lo que libera de cometer masacres a un líder es tener arraigado los valores de la dignidad humana, el respeto por la ley con todas sus consecuencias y no tomar el nombre de Dios en vano; pero parece que el fundador de ARENA tenía más arraigo con la tortura y la muerte por haber sido entrenado como militar para matar a los comunistas de El Salvador.

Las masacres y todos los abusos de poder no lograron debilitar el apoyo mayoritario que acumulaba el fundador de ARENA. Así, paso de tener poder militar a tener poder político directo. Roberto D’Aubuisson fue electo por el pueblo salvadoreño como el presidente de la Asamblea Constituyente que decretó en 1983 la norma suprema de El Salvador. Los derechos constitucionales, que ahora los afines y contrarios a la decadente ARENA alegan tener, fueron decretados por esa asamblea liderada por quién ha sido reconocido como el autor intelectual del magnicidio de Oscar Romero ¡Qué contradicción! Es que en todo ese tiempo la decadencia no se percibía, había buenos propósitos para todo, se justifica cualquier cosa y se ocultaban las masacres, y el flujo de recursos económicos seguía acrecentando el dominio de ARENA ¿Te sorprende?

La comunidad internacional no sirvió para prevenir las masacres y el abuso de poder en los periodos que gobernaba ARENA en El Salvador. La fuente de recursos para que funcionaran los gobiernos de ARENA provenía también de la comunidad internacional, principalmente de EUA. Las denuncias de las masacres y por el abuso de poder no tuvieron atención suficiente. La corrupción crecía bajo el manto del secreto de la información pública mientras el reparto de recursos públicos de forma ilícita beneficiaba a familias que han gozado de poder. Pero mientras todo esto funcionaba con una normalidad institucionalizada, también se forjaba la decadencia de ARENA.

En el momento en que la decadencia de ARENA es perceptible no le funcionó más la propaganda de la amenaza comunista. Aunque ARENA seguía cantando que El Salvador será la tumba donde los rojos terminaran, la división entre sus filas permitió que surgieran otros partidos políticos, como el Partido Popular Republicano (PPR), con lideres como Mercedes Gloria Salguero Gross, y años más tarde surge la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), con lideres como Guillermo Gallegos. Entonces, el pueblo salvadoreño no percibía más amenaza en los rojos, sino que les otorgó más poder hasta que llegaron a la presidencia de la República. La bonanza política de ARENA había dejado de existir y el poder de gobierno se había traslado hacía los comunistas, en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). En ese entonces también, varios fundadores y diputados del partido Nuevas Ideas militaban y simpatizaban con ARENA o el FMLN.

La ARENA decadente ahora tiene 40 años de fundación y está en proceso de descomposición. Ahora los que cantaban que El Salvador será la tumba donde los rojos terminaran, los vemos en marchas de protesta, junto a prominentes lideres guerrilleros, contra el gobierno de GANA y Nuevas Ideas, o empujando la descomposición de su ex partido ARENA ¿Quién se habría imaginado eso en tiempos de Roberto D’Aubuisson? Seguro nadie se habría atrevido ni siquiera a proferir una crítica contra ARENA, mucho menos a votar en la Asamblea Legislativa en contra de las iniciativas del gobierno liderado por Alfredo Cristiani, pues sabemos que el poder militar de ese entonces era capaz de matar impunemente, en ese tiempo fueron masacrados los jesuitas de la en la Universidad Centroamericana de El Salvador “José Simeón Cañas” (UCA). Pero ahora este periodo de descomposición, los que pedían el voto por ARENA están renunciando, están buscando fundar otros partidos y cada vez más mostrando simpatía por quién les permita un espacio de poder en la política salvadoreña. La decadencia en la política salvadoreña no se detiene mientras la corrupción perdure en El Salvador.

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Fredis Pereira
Fredis Pereira
Académico salvadoreño. Máster en Administración y Gerencia Pública. Colaborador de ContraPunto.

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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