En los últimos años es común escuchar que los pequeños agricultores han perdido parte, si no todas sus cosechas de maíz y frijol por las sequías prolongadas que han afectado a El Salvador y Centroamérica. Ambientalistas aseguran que esto se debe al Cambio Climático, fenómeno que se ha convertido en una amenaza latente para la soberanía alimentaria en el país.
Según Danilo Pérez, del Centro para la Defensa del Consumidor (CDC), el Cambio Climático ya es una realidad y es notorio cuando ya se han registrado cuatro años (2012-2015) consecutivos de sequía meteorológica y “por los alarmantes pronósticos de que este año (2016) el fenómeno del niño predomine en el país”.
Pérez señaló que la sequía es un grave riesgo para las poblaciones más pobres que viven de producir la tierra; y señaló que a ese fenómeno se suma la sobreexplotación del recurso hídrico y se agudiza por la contaminación del más del 90 por ciento de aguas superficiales en El Salvador.
Indicó que son las mujeres, los niños y ancianos los que más sufren las consecuencias de la sequía en El Salvador, puesto que son las poblaciones más vulnerables ante la inseguridad alimentaria.
El representante de la CDC, basado en un informe de la FAO de 2013, señaló que en el país tres de cada cinco hogares están en inseguridad alimentaria, y que el 14 por ciento de niños menores de cinco años son afectados por desnutrición crónica; mientras que los de edad escolar representan el 15.9 por ciento.
Expuso que la falta de alimentos producidos en El Salvador no solo aumenta el riesgo de inseguridad alimentaria en las familias; sino también, las crisis económicas que podría enfrentar el país por la falta de producción agrícola.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (El MARN) ha señalado que solo en 2014 las pérdidas en la agricultura por la falta de lluvias ascendieron a más de 70 millones de dólares; mientras que en 2015 las pérdidas fueron más de 75 millones de dólares. Oxfam por su parte ha expuesto que en El Salvador la sequía de 2014 afectó a un promedio de 103.000 productores en 105 municipios de 12 departamentos.
Oxfam explicó que hay unas 2.5 millones de personas en el corredor seco de la región que se vieron afectadas por el Cambio Climático y están siendo víctimas de inseguridad alimentaria. La sequía ha afectado a 236.000 personas en Guatemala; 120.000 en Honduras; 100.000 en Nicaragua y 96,000 en El Salvador.
Se requieren más de 70.000 toneladas métricas de alimentos para atender a un millón de personas durante 90 días y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) sólo dispone de 12.200 toneladas. Los efectos de la sequía son particularmente dramáticos en el denominado corredor seco de Centroamérica. La región puede enfrentar, en los próximos años, una crisis humanitaria semejante a la provocada por el huracán Mitch que en octubre y noviembre de 1998, que dejó cerca de 11.000 muertos.
El fenómeno del Niño y la Niña, otra amenaza
El MARN a finales de febrero de este año destacó que el fenómeno de El Niño se mantendrá fuerte en los meses de marzo, abril y mayo. Indicó que junio será el mes más crítico con alta probabilidad de sequía a partir de la segunda quincena del mes y anomalías de lluvia de 50 a 100 milímetros.
De igual forma el MARN ha dicho que existe una alta probabilidad “del desarrollo del fenómeno de La Niña durante los meses de septiembre, octubre, noviembre, lo que significaría mayor cantidad de lluvia al final de la estación lluviosa”.
Ante esa predicción, Ricardo Navarro, del Centro de Tecnología Apropiada (CENTA), mostró su preocupación y aseguró que ninguno de los dos fenómenos en extremo son buenos para la soberanía alimentaria en El Salvador.
“El fenómeno del Niño nos deja sin agua y la Niña también deja una situación que puede afectar las cosechas que necesitan cierta cantidad de agua y no inundaciones; aquí en El Salvador se debe preparar a la gente para enfrentar la grave situación ambiental”.
Navarro señaló que febrero de este año fue declarado como el “mes más cálido”, y la temperatura llegó a 1.95 grados centígrados, un porcentaje que ha alcanzado niveles intensos que no se registraban desde la Revolución Industrial.
“La reunión en París (COP 21) los gobiernos discutían que no se pasara la temperatura del 1.5 grados centígrados y otros que no se pasara de 2 grados o sea, esta Convención sobre Cambio Climático ha quedado desfasada en solo tres meses, es un sin sentido y esto va para peor”, dijo el ambientalista.
Las aseveraciones de Navarro parten de los informes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), las que afirman que hubo incrementos de temperaturas que afectan los casquetes polares y el derretimiento glacial se ha convertido en una amenaza para la humanidad.
“El ártico nunca había tenido un nivel tan bajo de hielo, y en mi impresión podría ser que este año, nos quedemos sin Ártico por el deshielo y será terriblemente serio lo que va a generar, será terrible en el cambio de clima en todo el planeta”, dijo.
Navarro señaló que el Cambio Climático no solo genera una amenaza para la soberanía alimentaria, sino para todo ámbito de la vida en el planeta y que si los países más contaminantes no detienen la emisión de gases “el Cambio Climático nos tendrá de rodillas a todos porque las catástrofes aumentarán”.