Las empresas Votia y Demotecnia, conocidas en el medio, realizaron encuestas poco después de que terminó el debate del pasado domingo. En la primera el 20% y en la segunda el 16% de los entrevistados, que lo siguieron por televisión, dicen que cambiaron la intención de su voto.
Ninguna de las dos empresas precisa cual es la nueva opción electoral de los encuestados. Esos números son muy relevantes y pueden cambiar el sitio que hoy los candidatos ocupan en las encuestas.
La gran mayoría de los sondeos y encuestas dan como ganador del debate a Ricardo Anaya (PAN-PRD-MC) y en segundo lugar queda Andrés Manuel López Obrador (Morena-PT-PES). Los otros tres candidatos están muy abajo.
En el caso de las encuestas que comentamos, la primera otorga la victoria a López Obrador con 32% seguido de Anaya con 28%. Es empate técnico. Y la segunda a Anaya con 32% seguido de López Obrador con 23%. La distancia es de nueve puntos.
Se puede proponer la hipótesis, hay que probarla, de que si Anaya gana según la mayoría de las encuestas los que han decidido cambiar su voto lo harán a su favor. Lo que pueda realmente ocurrir se podrá ver en las próximas encuestas electorales.
Ahora, la gran mayoría de las que miden la preferencia efectiva, que distribuyen a los indecisos, dan a López Obrador el 40% y a Anaya el 30%. Una diferencia de 10 puntos. De las encuestas publicadas en abril solo Reforma otorga una distancia de 22 puntos a favor del primero.
Si todos los que decidieron cambiar su preferencia electoral optan por Anaya éste remontaría los números que ahora trae y lo volverían muy competitivo e incluso podría pasar a ocupar el primer lugar en las preferencias electorales de todas las encuestas.
Existe también la posibilidad de que esos votos vayan a López Obrador o a algún otro de los candidatos. Eso va a depender de la valoración que hicieron los que vieron el debate de cada uno de los candidatos.
Lo que ahora se puede decir con certeza, a partir del dato que arrojan estas encuestas, es que en términos porcentuales hay un grupo entre el 16 y 20% de los electores, que vieron el debate, que cambiaron su intención de voto.
En principio, se puede decir también con cierto nivel de certeza, esos números necesariamente van a modificar las próximas mediciones sobre la intención del voto. Queda por ver en qué porcentaje.
Los dos estudios registran que entre el 56 y el 58% de los encuestados vio el debate. Es un número muy alto, que coincide con otras encuestas. El INE asegura que fueron 11.4 millones los que lo vieron por la televisión y se dice que nueve millones lo hicieron en las redes. Así, el total de la audiencia fue de 20.4 millones.