Algunas ciudades de Estados Unidos fueron las protagonistas de un “´día sin inmigrantes”, si bien es cierto no logró paralizar al país entero, sí hubo respuesta de parte de algunos sectores laborales que están en contra de las políticas migratorias del presidente estadounidense, Donald Trump.
La convocatoria fue hecha por medio de las redes sociales, en ella se leía "señor presidente, sin nosotros y sin nuestro aporte este país se paraliza" y solicitaba que los migrantes indocumentados, residentes permanentes, ciudadanos estadounidenses y migrantes legales que no fueran a trabajar ni abrieran sus negocios ni compraran nada en tiendas ni fueran al restaurante ni a clase.
Según agencias de prensa internacionales, Washington, Filadelfia, Boston, Houston, Nueva York y Chicago, están entre las ciudades que se unieron a la protesta.
El fin de la protesta era mostrar a Trump que la sociedad y la economía de Estados Unidos no funcionan sin los 11 millones de indocumentados a los que quiere expulsar del país. Tampoco sin los extranjeros con estatus legal a los que miembros de su administración como el fiscal general, Jeff Sessions, acusan de quitar el trabajo a los estadounidenses.
“La marcha de inmigrantes en el centro apenas logró reunir a más de un centenar de manifestantes. Pero la iniciativa colocó el mensaje al dejar a la ciudad en la que vive Trump desde el 20 de enero funcionando a medio gas”, se lee en la publicación de la dpa.
La Oficina de Estadísticas Laborales, según un medio internacional, registra que los restaurantes del país emplean a unos 1,8 millones de inmigrantes, que son el 7,1 por ciento de los 25 millones de extranjeros que trabajan en Estados Unidos.
Entre las medidas contra inmigrantes tomadas por Trump está la suspensión del Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos por 120 días y prohibió indefinidamente el ingreso de refugiados sirios y vetaba también la entrada de ciudadanos de de Irak, Siria, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen durante 90 días.
Otra de las órdenes ejecutivas firmadas por Trump fue suspender los fondos federales a las "ciudades santuario" que protegen de la deportación a los indocumentados, estos lugares son San Francisco, Los Ángeles, Nueva York y Chicago. En dichas ciudades las autoridades locales han optado por no destinar recursos a perseguir a las personas en función de su estatus migratorio.4
Sin embargo, el juez estadounidense, James Robar , bloqueó temporalmente el decreto ejecutivo firmado por Trump en el que prohibía la entrada a refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.