viernes, 13 diciembre 2024
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Donald J. Trump y Andrés Manuel López Obrador

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¿Quiénes dirigen la revolución mundial?

Los gobernantes de los EE.UU. y de los Estados Unidos Mexicanos, son Donald J. Trump (DJT) y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) respectivamente.

Ambos personajes provienen de familias que migran de Europa. La familia Trump su abuelo es de origen alemán y su madre es de origen escocés. López Obrador su abuelo materno llega de Asturias y su padre de Cantabria, España. Los dos gobiernan sus respectivos paí­ses, pertenecen además a la misma generación el primero nace en 1950 y el segundo en 1953.

Al pertenecer a esta generación ellos vivieron la época de prosperidad de sus paí­ses y pueblos y también los años de engaño y decepción a medida que fue tomando el control del mundo el poder global, el mismo que hunde en el caos y el oscurantismo a las naciones en el planeta. Estos personajes conociendo este cambio de la bonanza a la pobreza deciden entregar parte de sus vidas a devolver a sus con nacionales el poder que les fue arrebatado, ese poder soberano que antes les hizo prósperos.

Pocos de entre quienes tenemos el privilegio de haber vivido y sobrevivido esta época y que nacieron antes de 1950 y disfrutar de la vida en el 2019 comprenden al igual que los mandatarios la trasformación sufrida, en esta pasamos de ser pueblos que decidí­amos nuestro futuro, a pueblos que obedecí­an órdenes de una clase corrupta.

Y esto fue logrado tras años más de 50 años de propaganda, radicalización ideológica, guerras y otros engaños que debilitaron nuestra estructura familiar cultura y valores, todas estas acciones no permiten que la mayorí­a de sobrevivientes de esta generación puedan advertir la transición sufrida de prosperidad a pobreza y tampoco puedan apreciar los cambio tan trascendentales que frente a sus ojos se están dando e ignoran la tremenda labor que estos presidentes, equipos de gobierno y pueblos desarrollan para trasformar al mundo.

Ambos personajes atendieron y se graduaron de universidades: DJT se gradúa de Economí­a especializado en el sector inmobiliario y AMLO se gradúa de ciencias polí­ticas y administración pública.

DJT se dedica a la construcción de edificios y campos de golf con éxito, produce el concurso de Miss Universo y la exitosa serie de televisión el Aprendiz, escribe varios libros entre ellos El arte de los acuerdos, el que es uno de sus “Best Sellers”. Su fortuna se calcula está entre los cinco y tres mil millones de dólares.

AMLO ingresa a la polí­tica en 1970, funge como catedrático, es nombrado director del Instituto Nacional Indí­gena, ocupa varios cargos partidarios y de gobierno y en 1984 publica su primer libro titulado: “El revolucionario tabasqueño". El dí­a 4 de enero del 2018 en la declaración de bienes que debe someter obligatoriamente al asumir el cargo de presidente declara que vive de la venta de sus libros, que no tiene tarjetas de crédito y que no tiene chequera.

Trump fue demócrata en una época y resulta electo presidente por el partido republicano. Nunca participo en polí­tica y resulta electo presidente en su primer intento.

AMLO milita por toda la gama de partidos de México y resulta electo en su tercer intento, siendo candidato presidencial de su partido MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional) partido considerado de izquierda, lo que no refleja en su actuación como presidente.

Ni DJT, ni AMLO fueron favoritos para ganar las respectivas elecciones y ambos van en contra del orden que rige el mundo, la prensa tradicional, la alta jerarquí­a financiera mundial y local; todo está en su contra, pero ganan las respectivas elecciones.

En común en su exposición polí­tica tienen: el que ofrecen devolver al pueblo su poder soberano, el ser nacionalistas, el combatir la corrupción, retoman los valores morales que llevaron en el pasado a estas naciones a obtener un mejor nivel de vida. Ambos mandatarios se expresan diciendo lea al pueblo la verdad en un lenguaje sencillo que todos los ciudadanos comprenden

Así­ ambos basaron sus campañas en las que no ocultaron a sus ciudadanos la verdadera situación de sus paí­ses y el pueblo masivamente acudió a elegirlos en contra de las predicciones.

En ambos casos los sistemas electorales vigentes les dan la victoria electoral constitucional.

La propaganda a que durante mas 68 años se nos ha vendido sometiendo catalogarí­a al gobierno de DJT como de derecha y al de AMLO de izquierda, como rivales polí­ticos. Según el lavado de cerebro que se nos ha aplicado a muchos esto no les permite pensar más allá de la estreches mental que conforman el mundo conocido como derecha y la izquierda.

En lo personal ya hace algún tiempo deje estar prisionero de estos grupos y ya no estoy por ellos influenciado pues desde hace varios años no compró periódicos locales, no veo noticieros de TV. Utilizo medios alternativos nacionales e internacionales voy directo a la fuente y no a quienes retransmiten lo que otros medios extranjeros quieren que sepas, cruzo la información y saco mis conclusiones.

Claro que esto toma tiempo y a esto me dedico con la intención de resumir la información facilitarla a quienes no tiene tiempo, no me considero dueño de la verdad solo espero que alguien se anime a abrir su mente y explore.

Quien escribe reconoce que hace 29 años cuando ARENA se fundó, estaba convencido de que la polarización, la derecha y la izquierda eran las que dirigí­an el mundo. Con el paso del tiempo y abriendo mi mente a otras culturas y experiencias me he visto obligado a dejar de lado la polarización y he comprendido 39 años más tarde de que existen poderes superiores, los verdaderos enemigos quienes manejan eficientemente la polarización para favorecer sus intereses y al mantenernos distraí­dos con la lucha ideológica y guerras inútiles ellos crecí­an en poder y riqueza.

Aceptar esta realidad no ha sido fácil, pues implica el aceptar que fui utilizado, engañado, pero peor serí­a el continuar siendo borrego de inescrupulosos patrones.

Por su puesto he aprendido a ser paciente y comprendo que nada hará que quiénes son cómplices, quienes forman parte del sistema y viven de la corrupción acepten su culpa. Tampoco lo harán quienes piensan perderán su modo de vida si hablan en contra del sistema, tienen miedo a una muerte polí­tica y menos efecto causará la verdad que es revolucionaria en aquellos fanáticos de banderas y cánticos quienes justifican la pobreza del pueblo con decir: del mal el menos, a estas personas las considero como infantes en materia polí­tica.

Gracias Dios los mencionados anteriormente son la minorí­a de la población votante. El pueblo que quizá no comprenda en toda la dimensión lo que sucede, al menos aprende de la experiencia y sabe ahora que las extremas le engañaron y que no lo volverá a engañar. Está vez tiene de nuevo la oportunidad de ejercer el derecho soberano de votar y estoy seguro no será para reelegir a quiénes antes los engañaron.

Vivir en el pasado es triste, no ver las similitudes entre la actuación de los gobiernos de EE.UU. y México me parece inconcebible.

No ver el que ambos presidentes enfrentan los mismos enemigos y que persiguen el objetivo común de llevar a sus pueblos a un mejor nivel vida, el no darse cuenta de que los EE.UU. del 2016 son diferentes a los del 2017 y que el México del 2017 es diferente al del 2018 es muy lamentable.

Lo que sucede lo pronosticaron los ancestros mayas hace mucho tiempo: ¡Vivimos una nueva era! El cambio es para mejorar.

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Ernesto Panamá
Ernesto Panamá
Columnista de ContraPunto, Escritor salvadoreño; Máster en Edición, con 13 obras publicadas

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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