El diputado de la fracción legislativa, Norman Quijano, aseguró que evalúan realizar la interpelación de tres encargados de la seguridad nacional, por la militarización de la Asamblea Legislativa registrada el 9 de febrero.
Los hechos se registraron, cuando el presidente de la República, Nayib Bukele, llegó al pleno para poder hacer efectiva la sesión extraordinaria convocada por el Consejo de Ministros, para buscar la aprobación de los $109 millones provenientes del BCIE, para financiar la fase III del Plan Control Territorial.
A juicio de Quijano, esos actos no deben quedar en la impunidad y deben ser castigados. Además, el parlamentario consideró que el ministro de la Defensa, Francis Merino Monroy, el ministro de Seguridad, Rogelio Rivas y el director del Organismo de Inteligencia de Estado, Peter Dumas, deben responder por estos actos.
“Lo que se produjo acá es fuera de toda lógica, es fuera de todo proceso democrático, es una acción de demasiada violencia y fuerza, de presentarse al Salón Azul y acompañarse de efectivos militares, creo que no debe quedar sin castigo”, señaló.
Lo que piensa el presidente Bukele
Para Bukele, este préstamo forma parte fundamental de su estrategia en el combate a la criminalidad, debido a que se modernizará la Fuerza Armada y Policía Nacional Civil (PNC) con equipo tecnológico y con mejor atención a los elementos de la seguridad nacional.
Por lo tanto, hizo uso del artículo 167 de la Carta Magna para citar a los parlamentarios, quienes continúan en el estudio del préstamo debido a que no les queda claro el uso debido de los fondos, algo que ha molestado a Bukele al argumentar que lo que se intenta es blindar a los delincuentes.
En este sentido, a la cita solo asistieron 23 diputados, mientras los demás acataron la indicación planteada en una previa sesión plenaria que establecía que no existía “calamidad pública”, para poder hacer uso del mencionado artículo.
Muchos de los que acataron el llamado, salieron decepcionados debido a que no se imaginaron que la situación se iba a registrar en esas condiciones y en la forma que circularon los efectivos militares en el pleno.
Además, esto estuvo acompañado de un acto de civiles que querían hacer uso de la insurrección establecido en el artículo 87 de la Constitución.
En esa ocasión, las frases “pidamos a Dios sabiduría” y “nadie es más sabio que Dios” tuvieron que salir de la boca del mandatario salvadoreño en al menos cinco ocasiones en el segundo mensaje que le dirigió a la población, esto luego de haber ingresado al Salón Azul y haberse sentado en la silla de la presidencia del Parlamento Salvadoreño.
Con estas palabras, el Jefe de Estado intentó calmar los ciudadanos a quienes minutos antes había agitado con un mensaje confrontador al invocar el artículo 87 de la Constitución, que indica la insurrección de la población.
Por lo tanto, las al menos 500 personas que habían atendido el llamado desde las 12 del mediodía, hicieron propio el mensaje y exigieron que esto se cumpliera, debido al cansancio social que existe por los niveles de corrupción que hay en el país.
Sin embargo, el presidente se echó para atrás y les solicitó en reiteradas ocasiones que se les diera “a estos corruptos” un compás de espera de una semana para que resolvieran el inconveniente con la aprobación de los fondos de para la tercera fase del Plan Control Territorial.
“Si en una semana no resuelven esta situación estos corruptos, yo no me voy a interponer entre ustedes y el cumplimiento del artículo 87”, expresó Bukele a la multitud.
Pese a la petición, la población estaba renuente de retroceder, pero fue un joven que a lo lejos dijo: “Si, demos una semana”.
Ese grito generó una reacción en cadena para que la población cambiara de parecer y respaldara a un Bukele que hizo un ademán de “dame sabiduría señor” y con una gesticulación de “ayúdame ante esto”.
Con ello, el estadista logró retirarse con el séquito de militares que lo estaban escoltado, en una imagen que se podría apreciar como beligerante.
Por su parte, los ciudadanos tuvieron que irse a sus casas con una sensación agridulce de la actividad, pero que al menos lograron compartir saludos con Carlos Marroquín, director de la Unidad de Reconstrucción del Tejido Social; con Mario Durán, ministro de Gobernación y otros funcionarios que circularon entre los presentes para saludarlos y retratar el momento con una “selfie”
Muchos de los asistentes llegaron de los departamentos de La Paz, La Unión, San Vicente, San Miguel, San Salvador, con el objetivo de respaldar el intento de insurrección.
Otras de esas personas utilizaron las redes sociales para poder llamar a otras personas y otras daban reportes vía Facebook Live para dar el “minuto a minuto” del acontecimiento.
Algunos llevaron a sus mascotas y otros fueron más osados y llevaron a sus hijos para querer ser parte de este capítulo inédito en la historia actual moderna salvadoreña.
Mandatario no llamó a la insurrección, dice vicepresidente
Al final de la actividad, ContraPunto abordó al vicepresidente Felix Ulloa para preguntarle su postura del desarrollo de este suceso.
Ulloa sostuvo que el mandatario no ha llamado a la insurrección y que solo recalcó que se encontraba ese apartado en la Constitución de la República, pero que en la otra semana es posible que la población pueda hacer uso de ese derecho.
En cuanto a la inasistencia de la mayoría de diputados a la plenaria extraordinaria de Consejo de Ministros dijo: “Considero que no atendieron una responsabilidad Constitucional, además de solucionar este problema”.
Además, consideró que el tiempo de espera de una semana es un tiempo prudencial, porque lo que demuestra que lo que menos quiere es confrontar con otro Órgano de Estado, sino lo que quiere que haga su trabajo, porque está en juego la vida de miles de salvadoreños.
El vicemandatario expresó esto último en el sentido, que si no se aprueban los fondos no se puede fortalecer a la PNC y Fuerza Armada, lo que desencadenaría problemas.
Por su parte, el diputado de GANA, Mario Tenorio, dijo que la militarización no la esperaban y por lo que están a la expectativa que esto pueda normalizarse.
Asimismo, indicó que la llegada de la Fuerza Armada fue innecesario, por lo que hay que buscar la armonía de los Órganos de Estado.
“Esto debe ser una oportunidad para que nosotros los diputados evaluemos que estas situaciones no se repitan, no creo que sea la intensión del presidente”, expresó.
Por su parte, Yusef Bukele, hermano del mandatario, sostuvo que la única alternativas es actuar contra los corruptos.
Exembajadora Maricarmen Aponte preocupada critica las acciones de Bukele
En su discurso realizado en un tanque de pensamiento en Washington, la exembajadora de Estados Unidos en El Salvador, Mari Carmen Aponte, dijo que: “La brutal demostración de fuerza de Bukele violó la Carta Democrática Interamericana”.
La Carta Democrática Interamericana es un estamento adoptado en 2001 por los países del hemisferio, para salvaguardar los principios democráticos de los gobiernos.
“Es difícil entender la motivación del Presidente Nayib Bukele de enviar tropas a la Asamblea Legislativa de El Salvador. Bajo la luz más benévola, sus acciones representan una impulsiva, impetuosa e irreverente acción, pero en el lado menos amable, él sigue instintos de un autoritario para desbalancear los órganos de gobierno”, dijo Aponte