Por Alessia Genoves
Cuerpo de Paz regresa El Salvador, tras haber abandonado al país en los últimos 7 años a causa de la violencia. El dato lo confirma la institución estadounidense, por medio de su representante en la Embajada de los Estados Unidos, Willian Dunkan, tras celebrar la firma de una “Carta de Compromiso con la Paz y la Amistad en el Mundo”, según lo detalla el acuerdo. Y es que la institución de voluntarios había expuesto que el motivo de su egreso respondía al “clima de inseguridad” que se vivía en país, situación que se vio patente en el registro de homicidios intencionados divulgados por la Policía Nacional Civil (PNC) hasta el año 2015, que dejó un saldo de 6,670 personas asesinadas.
440 días sin homicidios, en contraste, han llegado a cuantificarse a la fecha del 2 de septiembre del año 2023. El dato contrasta con un aproximado de 102 homicidios intencionados registrados desde el 1 de enero al 6 de septiembre del año 2023. La relación entre la situación actual respecto a la del clima de inseguridad que motivó al Cuerpo de Paz a salir del país es distinta, consiguiendo un efecto reversible a favor de ambas partes. Así lo reconoció el propio embajador Dunkan.
“La comunidad salvadoreña ha abierto sus corazones y sus hogares a los voluntarios del Cuerpo de Paz y no sólo han sido socios en iniciativas ciudadanas, sino que también han forjado amistades profundas y duraderas”, así lo reconoció, ante la prensa, la directora de la institución de voluntarios, Carol Palm. Naturalmente, las aseveraciones de a representante serían reiteradas por la firmante y titular del Ministerio de Relaciones Exteriores: “también, ahora podemos decirles a los organismos internacionales: estamos listos para recibirles en un ambiente más seguro y libre de violencia como nunca antes”.
44 años de trabajo en El Salvador
Cuerpo de Paz es una institución federal independiente de los Estados Unidos. La génesis de ésta tiene lugar tras la aprobación del Decreto Ley 10924 en el Congreso de los Estados Unidos, en la fecha del 1 de marzo del año 1961, siendo ratificado el 22 de septiembre del mismo año, tras la aprobación del Acta de Cuerpo de Paz 87-293. En su reseña oficial, la institución enumera un cuerpo de voluntarios nutrido de 210,000 personas, en 70 diferentes países del mundo.
El Salvador también ha sido el escenario de las operaciones altruistas y logísticas del Cuerpo de Paz. Inicialmente, éstas han tenido registro en el país desde el año 1962 al año 1980. De modo que, en éste primer período, la institución anunció su primer cese de operaciones por la violencia en el país, generada durante las vísperas de la Guerra Civil (1979-1992). Y no fue para menos, pues el saldo de afectaciones llegó a cuantificarse, en referencia de las cifras de las Naciones Unidas, en hasta 75,000 personas asesinadas y otra cifra aproximada de 10,000 personas desaparecidas.
13 años sucedieron hasta que el país y el equipo de voluntarios celebraron su re-incorporación en el país, tras los embates de la Guerra. En adelante, la institución operaría durante los próximos 26 años. Si embargo, ContraPunto observa que las condiciones de inseguridad en el país habían sido incluso peores durante el primer quinquenio de la década de los 90´s. Ésto es así, porque incluso las cifras oficiales del Instituto Salvadoreño de Medicina Legal (IML) y del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP) llegaron a cuantificar hasta 7,673 homicidios intencionados en el año 1994, cifra sólo superada por los 7,977 reportados al cierre del año fiscal 1995.
Sin embargo, en los períodos sucesivos, las cifras de violencia fueron fluctuantes. El descenso más significativo tuvo lugar en el año 2002, cuando las instituciones de seguridad (ya citadas) llegaron a reportar un saldo de 2,835 homicidios intencionados, al cierre del año fiscal 2002. Puede observarse, además, que las cifras de homicidios fueron inclusive menores durante los últimos 2 quinquenios de gobierno del partido ARENA, que en los únicos dos del partido FMLN. En ambas décadas protagonizaron, desde luego, las maras y las pandillas, aunque con mayor notoriedad en la segunda.
2015 fue el año que antecedió a la misiva que hizo oficial el segundo egreso del Cuerpo de Paz, el 16 de enero del año 2016. De modo que al cierre del año fiscal 2015, el reporte oficial de homicidios intencionados fue de 6,656; pero éste apena decreció a los 5,276 homicidios intencionados al cierre del año fiscal 2016. La situación apenas mejoraría tras el primer año de gobierno del presidente en funciones, Nayib Bukele. Apenas consolidado el segundo semestre del año 2019, y el primero de su administración, las cifras de homicidios decrecieron a los 2,390, reportados oficialmente.
Regresa Corps. ¿Hay más seguridad?
7 años han transcurrido desde el último egreso de Peace Corps de El Salvador. Tanto el Gobierno del presidente Buekele como la institución de voluntarios han conciliado la posición común en que la situación de violencia era menos favorable en los lustros anteriores. Alexándra Hill, por su parte, sostiene el argumento de “que regresen es una muestra de cómo hemos trabajado, el gobierno, en materia de seguridad; y cómo nuestra nación se está transformando; y cómo nuestros amigos, nuestros hermanos de EEUU creen en nosotros y están con nosotros”.
“Creen en el desarrollo de nuestra gente, y de nuestras instituciones. Y caminarán, hombro a hombro con nuestra gente”, añadió la ministra. Sin embargo, la institución no sentó posición. Las expectativas de la titular de Peace Corps se limitaría a compartir su entuciasmo: “No puedo esperar para ver la magina, la belleza que va a suceder, a través de éstas conexiones de persona a persona, basados en la confianza, entre los voluntarios del Cuerpo de Paz y el pueblo de El Salvador. Y nosotros vamos a continuar fortaleciendo y estrechando más éstos brazos de amistad, y creando las oportunidades para la siguiente generación”.
Hill compartiría, desde luego, el mensaje oficial, que transmite una mejoras en las condiciones sociales del país. Entretanto, la institución plantea como un imperativo categórico la mejora de las condiciones sociales, económicas y educativas del país. Ésta última posición se vería patente en los continuos informes que la institución divulgaría en su último período de estadía, tales cómo el resumen ejecutivo titulado “Peace Corps Works: A Cross-Sectional Analysis of 21 Host Country Impact Studies” y el de “Host Country Impact Study El Salvador”, que evalúan el desempeño comunitario de la organización, y su impacto en el desarrollo educativo.
Oficial, entretanto, es el discurso que asume un registro de 102 homicidios intencionados durante los días transcurridos del año 2023. Ésta cifra contrasta con la del mismo período del año 2022 en un 75.7%, cuando el reporte era de 421 homicidios; del mismo modo que el margen comparativo es del 48%, cuando en la misma fecha del año 2020 se rendía un saldo de 812 personas asesinadas. Ésta última cifra es, por otra parte, apenas inferior, en un 4%, respecto a la reportada en el mismo período del año 2020, al rendir una cifra de 1,933 personas asesinadas.
Bukele y su administración implementarían el Plan Control Territorial y el Régimen de Excepción de Garantías Constitucionales como herramientas para la contención de la violencia y de la delincuencia vinculada con el terrorismo y el crimen organizado. Sólo para el año 2022, la cifra de homicidios intencionados llegó a los 495, que ya era inferior, en un 56.5%, respecto de los 1,140 homicidios intencionados enumerados al cierre del año fiscal 2021. Pero ésta cifra de cierre -la del 2022- ya es inferior, en un 79.2%, respecto de los 2,390 homicidios intencionados al cierre del año fiscal 2019.
No obstante, las cifras han sido cuestionadas por la prensa, ya sostiene que al cierre del año fiscal 2022, el número de homicidios intencionados podría sobrepasar los 600. La fuente de la prensa, por una parte sería la de la Mesa de Trabajadores de la Policía (MTP); por otra parte, los datos no estarían desagregados en la tipología del delito por su intencionalidad, de modo que no da ha lugar a identificar si éstos fueron o no culposos o dolosos /intencionados).
Por otra parte, las medidas para la contención del crimen también han sido objeto de quejas, mismas que han llegado al Departamento de Estado de estados Unidos, e instituciones como la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), en razón de eventos como 174 muertes en prisión -de las que unas 60 serían por padecimientos naturales-, cantidad de la que unas 142 denuncias han sido llevadas a archivos, según lo informó el titular de la fiscalía General de la República (FGR), Rodolfo Delgado: “Han sido llevadas a archivos, porque no han delito qué perseguir”, sostiene el titular, en razón de que las quejas de la sociedad civil parte del avistamiento de personas señales de torturas en personas fallecidas, muchas de las que no han justificado la razón de la muerte para el IML.