El abogado y defensor de derechos humanos, Benjamín Cuéllar, aseguró que la intervención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el diálogo para una nueva generación de Acuerdos de Paz en El Salvador debe incluir a las víctimas de antes, durante y después del conflicto armado que duró 12 años en el país.
Benito Andión, es el delegado de la de la ONU, luego de que el gobierno salvadoreño acudiera el año pasado a esta instancia internacional para que intermediara con la oposición política y lograr una segunda generación de acuerdos que atañen a las áreas económicas y sociales y procurar el desarrollo nacional a largo plazo.
Ante la agenda de la ONU para intermediar entre Gobierno y oposición, Cuéllar señaló que es necesario que la actuación no se centre “solo entre ARENA y el FMLN como actores de un proceso, sino con la participación de la sociedad, sobre todo de las víctimas del hambre, de la sangre, de la impunidad de antes, durante y después de la guerra”.
El abogado acotó 25 años después de haber terminado la guerra “e iniciado un frustrado y fracasado proceso de pacificación” es necesario que se busque corregir el rumbo por el que va el país y que la ONU en su intervención debería retomar los Acuerdos de Ginebra.
“En los Acuerdos de Ginebra se planteó terminar la guerra por la vía política lo más rápido posible, pero también se planteó como pasos del proceso de pacificación la democratización del país y que se respetaran los derechos humanos, todo eso sobre la base de la reunificación de la sociedad, y esta sociedad no está unida”, dijo Cuéllar.
El pasado 14 de febrero Andión arribó a El Salvador en medio de una a este país centroamericano que está atravesando una grave crisis fiscal y violencia, en su mayoría provocada por las pandillas. Actualmente en El Salvador, según Cuéllar, “tiene un conflicto de tres rostros, yo lo califico de guerra: guerra entre maras, contra las maras y ahora de agentes estatales contra la población civil, la que no pertenece ni al estado ni a estructuras criminales”.
Andión ha declarado que el mediador apunta que en sus reuniones con los que serían los protagonistas del diálogo: el gobierno, líderes políticos y sociales, se deben abordar grandes temas económicos-sociales y político, entre estos, la búsqueda de acuerdos en el legislativo.
La ONU intermedió desde 1989 a 1992 entre el gobierno de Alfredo Cristiani y la guerrilla izquierdista, que protagizaban una guerra civil desde 1980. En enero de 1992 se logró un acuerdo político para terminar el conficto armado, desmilitarizar al país y abrir el camino democrático.
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