CRÓNICA: Después de la masacre de Juliaca: “Estoy decepcionada y se nota”

¡Sigue nuestras redes sociales!

17 peruanos fueron asesinados en Juliaca. Familias dolientes condenan los hechos, y exigen justicia en la Plaza San Martín, Lima.

Por: Pilar Fonseca Masías y Hans Alejandro Herrera Núñez


Invitamos a la escritora peruana Pilar Fonseca a coescribir está crónica un día después de la masacre de 17 peruanos en Juliaca. Estas son unas impresiones de una ciudad, Lima, que parece indolente como su casta política al momento más negro de su historia de los últimos veinte años.

Desde la sombra acordonada del Club Nacional, Fonseca mira la Plaza San Martín, sin amor: automóviles, edificios desiguales y apáticos, esqueletos de avisos luminosos flotando en el mediodía gris. ¿En qué momento se había jodido la democracia? Los vendedores ambulantes merodean entre los vehículos detenidos por un semáforo mugriento, voceando los antojos de la tarde y ella echa a andar, sin prisa, hacia el Palacio de Justicia. Las manos en los bolsillos, la mirada al frente, va escoltada por manifestantes sin nido donde concentrarse, expatriados de la Plaza San Martín en dónde ahora solo pululan palomas. Una plaza encarcelada y tutelada por la Policía Nacional. Ella es como el Perú: había perdido la esperanza en nuestra repartija de democracia. Piensa: ¿en cuál?

Hubo una vez esperanza, muy temprana, cuando cayó el Fujimorato en el año 2000. Pero el mundo ya era viejo cuánto tu y yo éramos jóvenes. De nuevo presidentes que prometen lo que no pueden prometer. Y luego conflictos sociales. El Andahuaylazo con Toledo (en proceso de extradición), el Baguazo con García (muerto por su propia mano), Tia María con Humala (encarcelado junto a la primera dama durante unos meses), las protestas contra el indulto a Fujimori del renunciante PPK (con prisión domiciliaria por otros tantos meses), el escándalo de las vacunas de Vizcarra (al que el Congreso derribó después de mucho insistir y al cual inhabilitaron de cargos públicos), las muertes de dos jóvenes, INTI y Brian, en Lima por otro renunciante Merino (sin investigación ni culpa), el fugaz gobierno de Sagasti (a quien el Congreso negó su entrada al Hemiciclo para entregar la banda), Castillo que tuvo sus muertos a mediados del año pasado en Huancayo y que acabó detenido después de imitar a Fujimori con un Golpe (este sigue detenido actualmente) y ahora Boluarte, cuyo único mérito es ser la primera presidenta mujer de Perú y a su vez poseer el mayor record de un presidente civil en número de muertes en tan solo su primer mes de gobierno.

Un día después de la masacre de Juliaca, en qué hasta el cura del pueblo reclamó la renuncia de la presidenta, Pilar Fonseca paseó por el centro de Lima a tomar el termómetro político de una ciudad indolente que todavía duerme tranquila los problemas ajenos de ese otro Perú llamado el Sur. Aquí el testimonio de una mirada:

«La tarde era soleada aún, la gente descansaba bajo la sombra de los árboles y el centro mantenía su acostumbrado caos previo a la hora punta. Unas decenas de policías se escondían bajo la sombra de los árboles del Museo de Arte Italiano, más allá un patrullero y ternas (policías encubiertos) sentados jugando atontados con su celular. Aún nada comenzaba.

Poco después empezaron a sonar las vuvuzelas mientras que una Whipala (bandera del indigenismo andino) ondeaba frente al Palacio de Justicia. Un cordón policial cubría todo su frontis que poco antes había estado libre.

La cita era una vigilia por los 45 muertos que hasta ahora ostentan el primer mes de gobierno de Dina Boluarte, que más bien, es Balearte.

Un breve paseo por la plaza San Martín, lugar histórico en la concentración de protestas estaba custodiado por la policía nacional, los manifestantes caminaban alrededor de la plaza cargando su indignación y la verdad, no sé que más.

Algo que diferenciaba esta marcha es que los manifestantes tenían los accesos bloqueados hacia palacio y el congreso. Un largo cordón policial protegía un banco y una pollería. El mensaje es claro, ¿no?

La gente acostumbrada a disfrutar de la plaza solo le quedaba reposar en los bordes junto con las palomas.

Todos se dirigieron hacia el Palacio de Injusticia para protestar por los caídos. Las perfomance y los actos simbólicos de esos rostros que no llegamos a conocer pero que son los mismos del 2020, como Inti y Brian. El Perú vive una masacre en los Andes y nadie dice nada, los medios refieren a una guerra, pero una guerra es cuando ambos medios están armados. Aquí la población solo tiene su cuerpo como escudo de su dignidad.

Escribo estas palabras con decepción, el gabinete asesino ya recibió el voto de confianza de esa banda criminal llamada congreso, el mismo que blinda a violadores y delincuentes según conveniencia.

El Perú está mal por donde se le mire.»

Dos días después de la matanza de JULIACA el Congreso de la República otorgó el voto de confianza al gabinete ministerial de la presidente Boluarte.

Pilar Fonseca es comunicadora por la Universidad de Lima, periodista cultural experta en temas de memoria histórica y escritora. Ha escrito para la revista EnLima.pe, publicado en la Antología Hastío en 2020, y en 2022 sacó su libro de relatos en solitario Inventario.

¡Hola! Nos gustaría seguirle informando

Regístrese para recibir lo último en noticias, a través de su correo electrónico.

Puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento.

spot_img

También te puede interesar

Participe con su comentario

Hans Alejandro Herrera
Hans Alejandro Herrera
Consultor editorial y periodista cultural, enfocado a autoras latinoamericanas, Chesterton y Bolaño. Colaborador de ContraPunto
spot_img

Últimas noticias