Durante la Emergencia Nacional por la Pandemia de COVID-19, al menos 1,528 personas beneficiarias en la entrega del Tratamiento Anti-Retroviral (TAR) dejaron de recibir sus medicamentos. Situación que, para el mes de julio, acumuló una cifra de 19,580 personas diagnosticadas portadoras del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), desde el año 2008, según datos del Ministerio de Salud (MINSAL).

Es decir, que la cifra de personas diagnosticadas portadoras ha incrementado en un 16% respecto al último registro de la Sala Situacional de VIH/SIDA del MINSAL, en 2018.

“Hasta julio del año 2020 se han diagnosticado un total de 19,580 personas, de las cuales, 17,224 se catalogaron como infección por VIH y 2,356 como caso SIDA”, según el recuento del MINSAL, declara la doctora Ana Isabel Nieto, coordinadora del programa ITS-VIH del MINSAL.

Por otra parte, el Ministerio de Salud ha reportado una frecuencia decreciente de personas beneficiarias por el servicio de entrega de medicamentos, respecto a los datos del año 2019.

Activistas de la Mesa Temática del VIH y miembros de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) estiman que el incremento de personas no adherentes se relaciona con la Crisis Sanitaria por la Pandemia del COVID-19.

“Esta situación se ha venido a agravar, con la llegada de la pandemia del COVID, donde los recursos y los servicios para VIH y todas las demás especialidades han pasado a ser de COVID”, explica el ingeniero Jaime Argueta, jefe del departamento de VIH y Derechos Humanos de la Procuraduría Adjunta para la Defensa de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, PDDH.

En el mes de Marzo, al menos 260 personas no recibieron sus medicamentos. En el mes de abril, hubo 558 beneficiaros menos. Asimismo, hasta el mes de mayo, la institución de salud reportó 1,529 menos beneficiaros, respecto al mismo mes del año anterior.

En efecto, el pasado 16 de marzo, el MINSAL giró un memorándum sobre las Indicaciones para la Atención a Personas con VIH durante Estado de Emergencia por la Pandemia del Coronavirus.

“Se empeora, de igual forma, el manejo de medidas de seguridad: Los hospitales están atendiendo COVID y son los mismo donde se recoge el TAR. Probablemente muchas personas no irán por miedo. La exposición del COVID también es una vulnerabilidad”, explica Catherine Serpas, miembro de la Asociación de Personas Positivas Vida Nueva.

Asimismo, el MINSAL declara que las personas con VIH, al “tener un sistema inmunológico comprometido pueden ser más vulnerables a la pandemia” que, por su “condición necesita recibir atención periódica a fin de evitar complicaciones de salud”.

Pese a la existencia de dichos lineamientos, los activistas aseguran que la reducción en la cifra de adherentes al TAR es responsabilidad del sistema de hospitales.

“En el Hospital Rosales sí esta pasando, no se facilita la entrega de medicamentos, incluso algunos no están recibiendo así como se decía en la normativa, que se iba a dar para dos meses, se está dando para un mes. Entonces hay un problema ahí a la hora de suministrar el medicamento”, dentro de la farmacia de la institución, expone Francisco Ortiz, miembro de Fundasida.

Sin embargo, los activistas tampoco exceptúan que el problema de adherencia se relacionó con las complicaciones en el traslado de personas con VIH a centros de salud, por falta del transporte público. Asimismo, piensan que la situación mejorará tras la circulación del transporte público.

“Las personas con VIH han tenido muchos inconvenientes debido al paro de transporte público. Sus limitantes  económicas no permitieron que asistieran a retiro de medicamentos… La reapertura de transporte público mejorará que las personas se movilicen”, dijo Catherine.

Por otra parte, pese a la creciente cifra de casos confirmados y activos por COVID-19, 25,415 y 11,143 respectivamente, autoridades del MINSAL declaran que “a la fecha no se ha generado  información” sobre casos de personas con VIH diagnosticadas por COVID-19.

Sociedad Civil teme a posible desabasto de antirretrovirales

Desde el pasado 24 de marzo del presente año, la Asamblea Legislativa aprobó el decreto legislativo N.º 593, una ley principalmente sanitaria que establecía, entre otras cosas, el importe de los medicamentos lopinavir y ritonavir, hidroxicloroquina, cloroquina e interferón alfa 2b, asociados al tratamiento de personas con VIH, pero eventualmente aplicados en pacientes infectados por COVID-19.

En efecto, hasta el mes de mayo del presente año, el reporte de los haberes de almacén expone que el Ministerio de Salud cuenta con un abastecimiento de 7,883 frascos de medicamentos de la fórmula Lopinavir-Ritonavir en gelcaps, para adultos; y con 129 de éstos medicamentos para uso pediátrico.

Sin embargo, autoridades de la PDDH aseguran que la Crisis Sanitaria por COVID-19 complica el trasporte y entrega de medicamentos antirretrovirales, aún cuando el país cuenta con las prerrogativas del vigente decreto legislativo 661 que posibilita, entre otras cosas, la activación de los servicios de transporte y de aduanas (art. 16), desde el pasado 25 de junio.

“Al atrasarse más las compras, al atrasarse más la disponibilidad de medicamentos entraríamos nuevamente  en una crisis que podría poner en peligro la vida de las personas con VIH en el país”, explica el ingeniero Jaime Argueta.

En consecuencia, integrantes de la Mesa Temática del VIH alertan que el país podría pasar por una posible crisis de abastecimiento de Medicamentos Anti-Retrovirales específicos, tal y como ha sucedido en años anteriores. Por lo que, el pasado 28 de mayo demandaron al Gobierno de El Salvador el re-abastecimiento de los medicamentos Nevipirina y Ritonavir.

Hasta el mes de mayo, el MINSAL ha reportado la existencia de al menos 100 frascos del medicamento con la fórmula de  Ritonavir en 30 tabletas; y mezclas de dicha fórmula en 10,033 frascos para adultos y 259 para niños.

En esa fecha, el MISAL también reporta en sus haberes 1,882 unidades de la fórmula pediátrica Nevirapina en 50 mg/5ml, en jarabes en frasco de 240 ML.

Sin embargo, la institución de salud establece que, por recomendaciones de la OMS, el país ya no dispone de la aplicación de Nevipirina, desde el pasado mes de julio de 2019. “NO contamos con existencia de Nevirapina… el Medicamento NEVIRAPINA ha sido eliminado del listado de medicamentos que se pueden adquirir a través del Fondo Estratégico de OPS, por lo que los pacientes que estaban con ese medicamento, se han cambiado a otros medicamentos antirretrovirales” explica la doctora Ana Nieto..

“Si bien es cierto, se han recibido donaciones de PEPFAR (Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA) para migrar a todas las personas al Dolutegravir,  entrecitabina, lamivudina y tenofovir, ha personas que posiblemente no pueden entrar a ese esquema. Entonces, no van a tener una alternativa de tratamiento”, añade Argueta.

Pese al cambio de receta establecido por las instituciones de salud, miembros de la Mesa reportan complicaciones en la aplicación efectiva de las nuevas dosis en personas que requieren del TAR.

“Las personas que estaban tomando Nevirapina han pasado períodos largos incluso de más de 40 días sin tratamiento, no hubo un proceso sistemático para que estas personas no quedaran su TAR. Es es muy importante dado que su salud pueda estar siendo afectada”, sostiene Catherine Serpas.

Las anomalías en el sistema sanitario para el tratamiento del VIH, en el contexto de la pandemia por COVID-19, alertan a miembros de la Mesa Temática del VIH la posible desmejora de la calidad de vida de las personas seropositivas.

“Nos vamos a enfrentar a una crisis, nuevamente, en la cual se hace un cambio sin haber tenido un criterio técnico, sin haber tenido una carga viral de base, sin haber tenido un CD4 de base, y esto nos puede traer problemas a futuro, porque puede crear resistencias a los medicamentos a muchas de las personas que estaban en segunda o en tercera línea, con éstos cambios arbitrarios de medicamentos” valora Argueta.

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