En la segunda vuelta electoral, celebrada el pasado domingo primero de abril, gana la presidencia de Costa Rica, Carlos Alvarado Quezada (38), del Partido Acción Ciudadana (PAC), que competía contra el pastor evangélico Fabricio Alvarado Muñoz (43), del Partido Restauración Nacional (PNR). Al día de la elección llegaron en empate técnico con 43% cada uno, según la encuesta de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La mayoría de los electores, el 60.6%, optó por evitar la llegada de un gobierno religioso fundamentalista, que es el que proponía el pastor Alvarado Muñoz, y para eso decidió elegir al que fuera ministro del sector social del gobierno anterior, Alvarado Quezada. El mandato es para 2018-2022 y por el mismo tiempo van a estar los integrantes de la Asamblea Legislativa.
Lo excepcional de esta elección, para Costa Rica y América Latina, fue que el tema de la religión marcó la campaña a lo largo de toda la contienda. El discurso religioso del pastor y periodista Alvarado Muñoz, y de otros pastores que lo apoyaron, estuvo siempre presente y eso obligó al otro contendiente a meterse al tema, aunque de manera indirecta.
En la primera vuelta, el cuatro de febrero, ninguno de los candidatos consiguió más del 40% de los votos que es la cantidad que exige la ley electoral, para ganar. Los que más votos alcanzaron, desplazando a los partidos históricos, fueron el PNR, con el pastor y cantante Alvarado Muñoz, que obtuvo el 24.8% de los votos y el PAC, con el periodista y politólogo Alvarado Quezada, el 21.6%.
El discurso del último, graduado en la Universidad de Essex, que se ubicó en el centro izquierda. El del pastor, diputados desde 2014, fue muy conservador y tuvo como ejes centrales: la condena al aborto; a los gais y lesbianas; al matrimonio igualitario y a la educación sexual en las escuelas.
Después de la primera vuelta, el pasado cuatro de febrero, el pastor pentecostal Rony Chávez Jr., mentor de Alvarado Muñoz, dijo en la predicación dominical: “Estamos en guerra, estamos a la ofensiva. Ya no a la defensiva. La iglesia por mucho tiempo ha estado metida en una cueva esperando ver qué hace el enemigo, pero hoy está a la ofensiva, entendiendo que es tiempo de conquistar el territorio, tiempo de tomar posición de los lugares del gobierno, de la educación y de la economía”.
La sociedad costarricense se pronunció, de manera clara, en contra del proyecto evangélico fundamentalista que proponen los pastores Alvarado Muñoz y Chávez. En México el partido evangélico que sostiene las mismas posiciones que el PNR, partido de los pastores, el Partido Encuentro Social (PES) está en la boleta electoral en alianza con Morena y el PT. ¿Los electores mexicanos van a votar por un partido religioso que sostiene posiciones francamente reaccionarias?