La racha de pérdidas que sacudió a los mercados europeos a raíz de la incertidumbre en Italia y España tocó hoy las puertas de Wall Street, que terminó eclipsada por el fuerte descenso del sector financiero.
Después de un largo fin de semana por el festivo del lunes, el parqué de Nueva York reanudó sus operaciones atento a la agitación política europea, mientras persiste la preocupación interna por la relación comercial con China.
Fue así como el Dow Jones de Industriales, el principal índice de la bolsa neoyorquina, y el selectivo S&P 500, el más representativo de la situación del mercado, descendieron 1.58 % y 1.16 %, respectivamente, mientras el índice compuesto del mercado Nasdaq perdió el 0.50 %.
El sector financiero sufrió el mayor descalabro, al ceder un 3.37 %, como reflejo del declive de las acciones de JPMorgan Chase (-4.27 %), Goldman Sachs (-3.40 %) y American Express (-3.34 %).
Wall Street no logró apartarse de la preocupación que recorre Europa con Italia, la tercera mayor economía del bloque, sumida en una crisis después de más de 80 días sin Gobierno. El jefe del Estado italiano, Sergio Mattarella, se opuso a que Paolo Savona ejerciera como ministro de Economía en un posible Gobierno entre el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga. En cambio, encomendó al economista Carlo Cottarelli la tarea de intentar formar un Gobierno, entre voces que piden convocar elecciones de inmediato.
Pero también España vive horas de incertidumbre mientras se decide entre este jueves y viernes la moción de censura presentada por los socialistas contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, luego de la sentencia que involucra a su formación, el Partido Popular (PP-centroderecha), en una importante trama de corrupción.
Las pérdidas estuvieron hoy a la orden del día en Europa: Milán un 2.65 %; Lisboa el 2.61 %; España un 2.49 %; Fráncfort un 1.53 %; París un 1.29 % y Londres un 1.26 %.
Ya en lo interno siguió gravitando la preocupación por la relación comercial entre Estados Unidos y China, que hoy escribió un nuevo capítulo con el anuncio de la Casa Blanca de que impondrá aranceles del 25 % a determinados productos chinos con "tecnología industrial significativa" como parte de sus acciones para combatir el robo de propiedad intelectual del que acusa a Pekín.