domingo, 8 diciembre 2024

Contra los imbéciles

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Muchas de esas personas que ahora defienden la institucionalidad liberal amenazada por el presidente Bukele, guardaron un silencio cómplice cuando Arena y el FMLN instrumentalizaron dicha institucionalidad para impedir que Bukele presentara su candidatura a la presidencia de la república. 

Aquello, desde el punto de vista democrático e institucional, fue un escándalo que apenas indignó a esas personas que ahora destacan como heroicas defensoras de la Constitución. De aquellos silencios cómplices (de los silencios del Diario de Hoy y la Prensa Gráfica, por ejemplo) vienen también estos lodos. 

Y con esto no pretendo justificar las grandes torpezas políticas del actual gobernante, solo recordarles que los desencuentros actuales entre los tres poderes de nuestro Estado vienen de lejos y no tienen un único responsable. Hay una matriz política envenenada en esta obra de teatro que amenaza con volverse una tragedia. 

Les recuerdo a los ciegos que Arena, el Frente y sus frentes mediáticos e institucionales desde un principio han tenido la voluntad de burlar a la voluntad popular ya sea impidiendo que Bukele presentase su candidatura a la presidencia o ya sea obstaculizando su gobierno ahora que es presidente. 

Este hombre puede ser detestable, pero ha sido elegido por voluntad mayoritaria popular. Avanzaríamos mucho si reconociéramos que hay partidos, organizaciones y personalidades que no quieren tener a este hombre en el gobierno, si reconociéramos que esa ha sido desde el principio “la voluntad democrática” de cierta mafia que se oculta ideológicamente tras la defensa de la Constitución. 

Llaman golpista a Bukele, mientras ellos crean las condiciones subjetivas para dar un golpe de estado light en los tribunales. En esta situación tan difícil que ahora vivimos es importante señalar los grandes errores del liderazgo gubernamental, pero igual importancia tiene desenmascarar a un sector importante de la oposición. 

Quien crea que esto es un sencillo pleito entre demócratas y partidarios del tirano merece engrosar las filas de los tontos útiles. Se mire por donde se mire, todo esto huele a mierda. Ojalá que no pase de ahí y que no termine por oler a sangre.

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Álvaro Rivera Larios
Álvaro Rivera Larios
Escritor, crítico literario y académico salvadoreño residente en Madrid. Columnista y analista de ContraPunto
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