lunes, 15 abril 2024
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Cine mexicano

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Otro problema del cine mexicano es que las pelí­culas triunfan en los grandes festivales internacionales pero en México no tienen acogida

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En el 2013, del total del PIB nacional, la cultura representó 2.8%, y, de 100% de éste, 15% corresponde a los medios audiovisuales (cine, video, televisión radio e Internet). El cine aporta 8.4% de este último y 0.03% del PIB nacional, según el Inegi y el Anuario Estadí­stico de Cine Mexicano, elaborado por el Instituto de Cinematografí­a del Estado (Imcine).

Entre el 2012 y 2013 el PIB de la industria cinematográfica creció en 9.1%; entre el 2008 y 2013, al año, el crecimiento promedio fue de 6.7%, que es superior al promedio nacional anual, el cual fue de 1.4 por ciento. Al 2013 el valor bruto de la producción nacional de cine ascendió a 11,060 millones de pesos, con un incremento de 737 millones con relación al 2012.

En el 2015 se produjeron 140 largometrajes y por lo menos otras 400 pelí­culas cortas. Es la mayor cantidad desde 1958. La tragedia es que, de éstas, sólo 80 se pudieron estrenar y llevar a las pantallas. En el 2013, fueron 101. La gran contradicción del cine nacional es que produce cada vez más pelí­culas pero no las puede exhibir.

Esas 80 pelí­culas lograron ventas de boletos de 17.5 millones de pesos, lo cual implica una caí­da, respecto del 2014, de 26.4%, ya que en ese año se vendieron 23.4 millones de boletos de pelí­culas mexicanas. En el 2015 se obtuvieron 739 millones de pesos de ingresos, 27.7% menos que en el 2014, cuando fueron 1,023 millones de pesos. En el 2015, de todas las pelí­culas, se vendieron 286 millones de boletos, lo que implica un crecimiento de 46 millones de boletos vendidos con relación al 2014. La mayor venta era de 1993 y ahora se rompe ese récord.

En el 2015 la venta total de boletos por parte de los exhibidores les permitió ingresar 13,334 millones de pesos, de los que sólo 739 millones, 6.0%, fueron de pelí­culas mexicanas.

Otro problema del cine mexicano es que las pelí­culas  triunfan en los grandes festivales internacionales pero en México no tienen acogida del público.

En el 2015, de los 80 estrenos, en 43 los asistentes no pasaron de los 10,000. Hay una evidente contradicción entre los estí­mulos y apoyos gubernamentales para producir pelí­culas y la posibilidad de que éstas lleguen a las pantallas.

El mercado interno está dominado por las distribuidoras de EE.UU. que obligan a los exhibidores a contratar paquetes con pelí­culas básicamente producidas en Hollywood. Se les garantiza cinco o seis que son un seguro éxito, pero deben tomar otras de relleno.

El gran reto del cine mexicano es resolver el problema de la distribución de las cintas que se hacen aquí­. Un director me dice que en los años 60 y 70 las pelí­culas estadounidenses eran taloneras de las mexicanas. Eso, hace 45 años que se acabó. Cineastas, distribuidores, exhibidores y gobierno deben encontrar la cuadratura al cí­rculo. Urge.

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Rubén Aguilar Valenzuela
Rubén Aguilar Valenzuela
Columnista y analista de ContraPunto. Doctor en Ciencias Sociales, con una Licenciatura y Maestría en Sociología y Estudios de Desarrollo Institucional; exfuncionario del gobierno mexicano.

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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