Un avión comercial de American Airlines con 64 personas a bordo y un helicóptero militar Blackhawk con tres tripulantes chocaron en el aire la noche del miércoles cerca del Aeropuerto Ronald Reagan National, en Washington, sin dejar sobrevivientes, según confirmaron las autoridades estadounidenses.
El Departamento de Bomberos y Servicios Médicos de Emergencia de Washington, D.C., informó el jueves que se habían recuperado 28 cuerpos del río Potomac, donde la aeronave cayó tras la colisión.
Investigación en curso: FAA liderará las pesquisas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó el accidente como una “real tragedia” y aseguró que las investigaciones estarán a cargo de la Administración Federal de Aviación (FAA) para determinar las causas exactas del siniestro.
“No sabemos con exactitud qué llevó a este accidente, pero tenemos opiniones e ideas muy fuertes”, afirmó Trump en conferencia de prensa desde la Casa Blanca.
Las primeras comunicaciones por radio revelaron que la tripulación del helicóptero estaba al tanto de la proximidad del avión antes de la colisión. Sin embargo, el presidente sugirió que pudo haber un problema con el piloto del Blackhawk, dado que era una noche despejada y el avión tenía sus luces encendidas.
Víctimas de múltiples nacionalidades, incluyendo patinadores rusos
Trump también confirmó que entre los fallecidos se encuentran personas de distintas nacionalidades. En particular, mencionó que su administración ya estableció comunicación con el gobierno de Rusia para facilitar la repatriación de los cuerpos de Yevgenia Shishkova y Vadim Naumov, reconocidos patinadores rusos que estaban a bordo del avión.
Mientras tanto, las operaciones en el río Potomac han pasado de una misión de rescate a una de recuperación, con el objetivo de recuperar los cuerpos restantes y entregarlos a sus familias.