Ante los señalamientos realizados por el presidente, Nayib Bukele, por la permuta de armas realizada en 2013 por el Gobierno salvadoreño con la empresa Centrum, los representantes legales del negocio de armamento acudieron a la Fiscalía General de la República (FGR) para presentar la documentación legal firmada en esa época.
La medida surge ante la denuncia interpuesta el viernes 8 de noviembre por el ministro de la Defensa, Francis Merino Monroy, en contra del dirigente político y miembro de la empresa, Gustavo López Davidson, por los delitos de presunto hurto de armas de la institución castrense y por estafa agravada.
En el lugar, Monroy explicó que la Fuerza Armada entregó armas en buen estado, pero en junio de 2016, recibió de Centrum armamento que no funciona.
“Si bien el contrato se firmó en junio del 2013, las armas fueron recibidas tres años después y cuyo monto supera los dos millones de dólares”, indicó Merino Monroy, sin dar mayores detalles sobre el tipo de armamento que formaba parte de la unidad de artillería, entre ellos dos obuses.
En este sentido, el funcionario dijo que consideran que hubo cosas anormales en dicho cambio, porque el armamento que se recibieron no funcionaba. Por lo tanto, explicó que el que usan en el Plan Control Territorial tendría buena aplicación, porque es un armamento pequeño.
"Incluso el día miércoles la empresa llegó, pidió una audiencia y se le dio para tratar aspectos relacionados con el caso. (…) Lo que establecía el contrato es que usted entrega algo y recibe algo que funciona, algo que usted espera que funcione", expresó en esa ocasión.
Por su parte, Karla Guzmán, representante de Centrum dijo: “Vengo a traer toda la documentación y prueba pertinente que muestra únicamente la relación contractual entre la empresa y el Ministerio de Defensa, no puedo hablar más porque el caso tiene reserva ya que es de seguridad nacional”.
“No queremos ataques políticos, es por ello que venimos de forma voluntaria a presentar la documentación que comprueba la relación comercial que existió”, insistió.
Por su parte, Héctor Herrera, gerente de Centrum, afirmó que “Hay actas de recepción donde el Ministerio aceptó el producto, inclusive el Ministerio mandó dos oficiales a Israel a verificar que el equipo funcionara de tal manera que las ocuparon, las utilizaron y dieron el ok”.
López Davidson responde ante señalamientos
Por su parte, López negó las acusaciones y dijo que prepararía una demanda en contra del mandatario por haber vertido tales declaraciones que lo involucran en ilícitos.
Asimismo, aceptó haber hecho negocios de ventas de armamento desde hace varios años a la PNC, a la Fiscalía y a las instituciones de seguridad del Estado y que nunca ha tenido problema alguno.
"Nuevamente, el presidente (Bukele) miente y quiere usar su presidencia para generar imposiciones, para buscar silencio. ¿La razón? Hay cositas que no le gustan, somos la piedra en el zapato, porque somos los únicos que defendemos la libertad, la independencia de poderes", respondió López Davidson a los señalamientos de Bukele.
El líder tricolor aceptó el intercambio de armas de su empresa y la FAES, pero explicó que la Fuerza Armada envió oficiales a Israel para verificar el buen estado del armamento que le darían. Según López Davidson, la FAES no ha usado los obuses todavía porque no tiene recursos para comprar municiones.
"Todo se ha hecho acorde a la legalidad. Sencillamente no tienen dinero para comprar municiones, por eso se hicieron permutas: dieron cosas viejas por nuevas", apuntó. También anunció que va a demandar a Bukele por difamación y calumnia.
"No utilice su cargo como presidente de la República para perseguir a quienes no opinamos igual y señalamos lo incorrecto, haciendo de la difamación su carta de presentación", le dijo López Davidson a Bukele, a la vez que le reiteró su petición de diálogo.
La discusión entre ambos creció el 7 de noviembre pasado cuando el tricolor declaró que no apoya el préstamo de $91 millones que el Gobierno solicita a la Asamblea Legislativa para la fase 2 del Plan Control Territorial, porque considera que no está justificado.