Parte de las cenizas de la poeta nicaragí¼ense-salvadoreña Claribel Alegría fueron entregadas este jueves a autoridades de la Secretaría de Cultura de El Salvador. Estas serán colocadas el 12 de mayo próximo en un nicho especial en el Teatro Nacional, ubicado en el centro de San Salvador.
"Es un honor recibirla en esta casa" porque "sus cenizas son testigo del vuelo eterno de su alma, de la claridad alegre de su belleza", dijo la secretaria de Cultura, Silvia Elena Regalado, al recibir de Patricia Flakoll, hija de Alegría, una vasija con las cenizas.
Regalado explicó que las cenizas, que llegan mezcladas con parte de los restos de su esposo Darwin "Bud" Flakoll, descansarán en el Teatro Nacional "para recibir a los poetas y la poesía que en su honor se realice y se declame".
La hija de Alegría, también ganadora del premio Casa de las Américas en el ramo de poesía en 1978, apuntó que con el acto "se ha cumplido su deseo" de descansar "en su patria y su matria", Nicaragua y El Salvador.
"No volveremos a ver su bello rostro, sus risas y carcajadas", pero "quedarán grabadas en nuestra memoria para siempre y nos servirán como una lección de vida", señaló Flakoll durante el acto de entrega de las cenizas, lo cual tuvo lugar en el Museo de Antropología "David J. Guzmán".
La presidenta de la Fundación Claribel Alegría en El Salvador, Susana Reyes, añadió que, "más allá de los homenajes" es momento de definir qué faceta de la escritora, con nacionalidad salvadoreña y nicaragí¼ense, se quiere recordar.
"Claribel Alegría fue y es la salvadoreña más universal, y no borró con esto su huella en la literatura nicaragí¼ense, solamente destaco que para El Salvador es la mujer más importante, a la fecha, entre sus escritoras", afirmó Reyes.
Alegría fue galardonada en 2017 con el XXVI Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana que conceden la Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional y se convirtió en la primera mujer de Centroamérica en recibir el prestigioso reconocimiento.
La escritora, poeta comprometida y discípula de Juan Ramón Jiménez, logró este premio al que concurrieron un total de 71 candidatos y que recibió en Madrid.
Miembro de la llamada Generación Comprometida y con nacionalidad nicaragí¼ense y salvadoreña, Alegría mantuvo durante toda su carrera su compromiso con la resistencia no violenta, en contra de los regímenes dictatoriales y de las guerras e injusticias sociales.