La ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Lina Pohl, presentó el informe “Calidad del Agua de los Ríos de El Salvador 2017”. El resultado es alarmante, pues muestra que el 68% del agua del país contiene algún tipo de contaminación. El estudio se realizó con pruebas recolectadas en 117 zonas de los 55 ríos salvadoreños.
Solo el 32% de sitios muestreados tienen una calidad de agua “buena”, considerada apta para potabilizar por métodos convencionales o para riego sin restricciones, actividades recreativas con contacto humano y consumo de especies de producción animal.
El restante 68% del agua se encuentra contaminada y representa un peligro para la vida humana y animal, incluso para riego de la flora.
No obstante, las autoridades gubernamentales consideran dichas cifras un avance, pues el anterior informe presentado en 2013 demostró que solo el 27% del agua del país era apta para consumo humano.
Según el estudio, la mayor parte del agua se tiene una calidad “regular”, lo que significa que contiene algún tipo de contaminación que limita al desarrollo de la vida acuática o imposibilita el desarrollo de la misma.
En la lista de ríos más contaminados del país se encuentra el Lempa, tras un estudio realizado el año pasado por la Mancomunidad Trinacional Fronteriza Río Lempa y el Centro Universitario de Oriente (CUNORI) de la Universidad de San Carlos de Guatemala, que arrojó que el estado del agua es “regular” o “mala”, y predijo que de seguir así podría llegar a ser igual de sucio que el Acelhuate.