En una quebrada que otrora fue un río caudaloso nos encontramos al campesino Salvador López montado en su burro, quien era el último de la compañía de un centenar de personas que caminaron por las laderas del cerro Los Urbina, que desde muy temprano salieron de sus casas para rendir homenaje a la Virgen de la Resistencia contra la amenaza de la minería.
El tributo consiste en caminar cada 14 de septiembre de cada año hacia el templete del monumento de la denominada Virgen de la Resistencia contra la minería en El Salvador.
“Hay una necesidad de apoyar la lucha porque no queremos que entre la minería, que venga a explotarnos y contaminar las aguas, luchamos por la vida”, nos comenta don Salvador López poblador del cantón Las Limas mientras nos señala la montaña.
La caminata por la montaña genera una atmósfera increíble por la belleza de paisajes de las lomas verdes que contrastan con el cielo azul, la infinidad de caminos estrechos rodeados de flores, túneles formados por las ramas de los árboles, zonas de cultivo de maíz, mientras se escuchan al horizonte el canto de las aves nativas y el sonido del río de la hermosa quebrada del caserío de “Los Urbina”.
Esta espectacular experiencia se repite por doceavo año consecutivo, cuando las habitantes de San José Las Flores junto con organizaciones ambientalistas, sociales, comunidades aledañas, la escuela y el concejo municipal de dicho municipio rinden homenaje a la imagen de la virgen, su simbolismo evoca recuerdos cuando los pobladores de San José Las Flores expulsaron a los mineros de sus tierras, considerado un acto de emancipación.
Esto se remonta desde el año 2006 cuando la empresa minera canadiense Gold Martinique, descubrió que en esta zona de Chalatenango existen grandes yacimientos de oro y uranio (además de otros minerales). La compañía, sin hacer consulta alguna, comenzó a explorar la zona y descubrió que aquello podía darles importantes ganancias, más de las esperadas. Cuando los habitantes se percataron, la empresa había hecho estudios sobre el terreno y ya tenía planificada la extensión de explotación de alrededor de 40 Km cuadrados.
Sin embargo, los mineros fueron expulsados por los pobladores, esta historia es representada cada año por medio de una obra de teatro que es dramatizada en forma burlesca por un grupo de estudiantes y docentes de la escuela local.
“La puesta de la Virgen de la Resistencia es un símbolo de lucha contra los proyectos extractivistas y es un emblema de advertencia para que los mineros no se atrevan a explotar estos cerros, además es importante hacer el llamado a la población que estén atentos debido a que las empresas mineras no han dejado de hacer trabajos de exploración en el país”, señalo Bernardo Belloso presidente de la Asociación para el Desarrollo de El Salvador (CRIPDES).
Esta ceremonia tiene un alto contenido de memoria histórica para las presentes y futuras generaciones de lo significativo de la lucha organizada de un pueblo frente a la invasión de las empresas mineras, los pobladores destacan la importancia de recordar esta épica acción para que no se repita y sirva de inspiración a otros países.
“Venimos todos los años porque es una lucha contra la minería, porque no vamos a dejar que estas tierras sean explotadas por los mineros, sabemos el daño que causan, la destrucción del medio ambiente y de las vidas, el envenenamiento que hacen en los territorios que se instalan”, manifestó María Quintanilla residente de la comunidad de San José Las Flores.
A pesar que la minería metálica fue prohibida por ley en El Salvador aún persiste la amenaza de los proyectos extractivistas en la región centroamericana.
Se trata de la minería transfronteriza que se ejecutan en los países de Honduras, Guatemala y Nicaragua que están contaminando las aguas compartidas en el río Lempa y que a mediano o largo plazo se sentirán los efectos nocivos en El Salvador si no se logran detener estos proyectos aseguran las organizaciones ambientalistas y sociales de la Alianza Centroamericana frente a la Minería (ACAFREMIN).
