Este martes, el ministro de Gobernación, Arístides Valencia, se presentó a la sede central del FMLN, para oficializar su inscripción a las elecciones internas del partido oficial, en las cuales buscará convertirse en el próximo secretario general de dicho instituto político.
Luego de retirar la ficha de inscripción, le funcionario aseguró que su principal objetivo al buscar dirigir al partido de izquierda, es “llevarlo a sus raíces y su carácter revolucionario”.
"Mi decisión de inscribirme obedece a aquella necesidad de mantener el rumbo del partido. Queremos llevarlo a sus raíces, a su carácter revolucionario. Esta decisión es producto de una cantidad de pláticas donde muchos compañeros han expresado la el deseo de seguir trabajando por levantar al partido”, aseveró Valencia.
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Por otro parte, criticó la postura del vicepresidente, Óscar Ortíz, quien también se presentará a las internas para liderar la transición del partido a un “nuevo liderazgo”.
“Tengo posiciones en las que absolutamente no estoy de acuerdo con lo que él (Ortiz) y, por supuesto, las vamos a discutir, por ejemplo, cuando habla de un cambio total del FMLN, estamos hablando de cambiar nuestro carácter, nuestros principios y todo el rumbo revolucionario del FMLN”, añadió Valencia.
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Algunas fuentes señalan que Valencia cuenta con el apoyo de José Luis Merino, uno de los más emblemáticos líderes del partido oficial y que actualmente dirige la Secretaría Nacional de Organización (SNO) del FMLN. La secretaria adjunta del partido, Norma Guevara, también habría dado el visto bueno a la decisión del funcionario.
Vínculos con pandillas
En el año 2016, Valencia se vio envuelto en un escándalo luego de que le periódico digital El Faro filtrar un video de una reunión entre líderes del FMLN y representantes de la Mara Salvatrucha (MS13), en la cual también participó el exministro de Seguridad Pública, Benito Lara.
En dicha reunión, Valencia negociaba gestionó con los pandilleros la creación de un fondo para un microcrédito de $10 millones de dólares, el cual sería administrado por los líderes de las tres principales pandillas.