El partido ARENA reiteró este martes que no darán sus votos para aprobar los nuevos préstamos solicitados por el Ejecutivo a través del FMLN. Además, hicieron un llamado al Gobierno a “apretarse el cincho” y reducir $150 millones del Presupuesto general 2017 sin afectar a la población.
“Antes de nuevos impuestos y nueva deuda que son las salidas más fáciles para el Gobierno, se debe ordenar las finanzas públicas para lo cual es necesario que cumpla con los acuerdos firmados en noviembre de 2016”, dijo el diputado y jefe de la fracción del partido ARENA, Alberto Romero.
Lea más: ARENA y GOES acuerdan aprobar $550 millones en bonos.
En rueda de prensa los parlamentarios areneros aseguraron que debido a la crisis fiscal por la que atraviesa el Gobierno, este no tiene capacidad de pagar los subsidios y las pensiones de los empleados públicos y de los militares en situación de retiro.
“Mientras el FMLN no cumpla con los acuerdos, ARENA no aprobará ningún préstamo más”, añadió Romero.
El partido ARENA exige que el FMLN sea transparente y le explique a la población qué hace con el dinero. Cuestiona por qué no alcanza si el actual gobierno ha tenido la recaudación más alta de la historia del país “cuando en el pasado con menos impuestos alcanzaba el dinero”, indican.
Romero subraya que el Ejecutivo tampoco dispone de recursos para enfrentar las necesidades básicas de la población en seguridad, educación y salud.
Le puede interesar: Los acuerdos a cuentagotas entre GOES y partidos.
Asimismo, llamaron al presidente a ser responsable con el uso de los recursos y deje de “castigar” la economía de la población con incrementos a los servicios básicos como agua potable, energía eléctrica, entre otros.
El partido de oposición decidió poner en pausa nuevamente los diálogos con el Gobierno luego de que el portavoz de la Presidencia, Eugenio Chicas, tildara de “segundona” en una entrevista matutina a la diputada arenera Milena Calderón de Escalón, quien había asistido a tres de cuatro reuniones en representación del partido tricolor. El calificativo no cayó en gracia al interior del partido de derecha que también critica la poca premura del Gobierno para solucionar la crisis.