El alto comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU), Zeid Ra’ad Al Hussein, condenó la violencia de las pandillas y el crimen organizado en El Salvador, a través de un comunicado emitido hoy al concluir su visita por el país centroamericano.
El diplomático internacional estuvo durante dos días en El Salvador. Allí se reunió con el presidente Salvador Sánchez Cerén, a quien le agradeció su invitación para visitar el país, al que catalogó como "una democracia en funcionamiento que honra la libertad de expresión y donde el discurso político es pujante".
"Además, al presidir el Consejo de Derechos Humanos en las Naciones Unidas, el país (El Salvador) ha demostrado su disposición a tomar un papel de liderazgo internacional junto con las responsabilidades de participar en el Consejo -lo que es altamente agradecido", acotó Al Hussein.
Sin embargo, también se mostró preocupado por los niveles de violencia registrados en el país.
"El nivel de violencia en El Salvador permanece escandalosamente alto. Según los grupos de la sociedad civil, desde enero de 2015 a febrero de 2017, más de mil civiles y 45 agentes policiales han perdido la vida en enfrentamientos armados entre la policía y supuestos miembros de pandillas", destacó.
Al Hussein añadió además que hay informes "alarmantes" de asesinatos extrajudiciales y el retorno de los escuadrones de la muerte. "No importa cuán serias sean las violaciones a los derechos humanos cometidas por la violencia pandilleril, todas las personas que perpetran la violencia deben rendir cuentas por sus acciones a través de los mecanismos judiciales", agregó.
En su lucha contra la violencia criminal, "el Gobierno ha presentado un plan conocido como el Plan El Salvador Seguro que tiene como objetivo contener y prevenir la violencia, investigar crímenes de forma coordinada y efectiva, y tener un sistema de justicia penal en el que las personas confíen".
El Salvador, que hace 25 años finalizó una guerra civil, es actualmente uno de los países más violentos del mundo, con tasas de homicidios que en los últimos años han oscilado entre 80 y 100 por cada 100.000 habitantes, de acuerdo a fuentes oficiales avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por otro lado, el dignatario internacional, al comentar la violencia de género, dijo sentirse "horrorizado" de que "como resultado de la prohibición absoluta en El Salvador del aborto, las mujeres están siendo castigadas por abortos espontáneos y otras emergencias obstétricas, acusadas y condenadas de haberse inducido la terminación del embarazo".
"Hago un llamado a El Salvador a emprender un moratorio a la aplicación del artículo 133 del Código Penal y a revisar todos los casos donde las mujeres han sido detenidas por ofensas relacionadas a aborto, con el objetivo de asegurar el cumplimiento con el debido proceso y estándares de juicios justos", afirmó finalmente.