El canal artificial que une los mares del Norte y Báltico proporciona a la economía alemana un beneficio anual de 570 millones de euros (695 millones de dólares), informó hoy el Instituto de Economía Mundial (IfW).
El canal abierto en el norte de Alemania brinda asimismo un aporte de cerca de mil millones de euros a toda Europa, entre otras cosas debido a la significativa reducción de los costos comerciales para exportadores e importadores, explicó el IfW en la ciudad alemana de Kiel.
La entidad destacó que el canal también ayuda a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del tráfico marítimo.
En sus cálculos, el IfW parte de la base de que se evitaría la emisión de 783.000 toneladas de CO2 gracias a la reducción de aproximadamente 250 millas náuticas de la ruta este-oeste por el canal.
Sin embargo, los investigadores consideran que las tarifas de uso del denominado Canal de Kiel, suspendidas hasta finales de 2021, son demasiado elevadas teniendo en cuenta los actuales costos relativamente bajos del combustible.
“La probabilidad de desviarse por la ruta de Skagen se incrementa significativamente si aumentan las tasas de paso y/o disminuye el costo del combustible”, afirma el estudio, en referencia a lo que supondría dar la vuelta a la península de Jutlandia.
Los autores del informe proponen por ello que se flexibilicen las tasas, que hasta ahora solo se han vinculado al tamaño del barco.
Según su propuesta, si los costos del combustible bajan, la tasa de usuario también debería bajar para que el atajo por el canal siga siendo atractivo desde el punto de vista financiero.
El canal, de apenas 99 kilómetros de largo, une la ciudad de Kiel, junto al mar Báltico, con la localidad de Brunsbüttel, en la costa del mar del Norte y es la vía navegable artificial más transitada del mundo.
El canal tiene una gran importancia más allá del norte de Alemania por ser una importante arteria para el tráfico de mercancías por mar.
En el marco de la serie de ayudas oficiales por la crisis de coronavirus, el Gobierno alemán suspendió a mediados de 2020 el cobro de la tarifa a los usuarios. La medida de ayuda vencía a finales de 2020, pero el acuerdo se prorrogó posteriormente hasta finales de 2021.
El tráfico en el canal se desplomó el año pasado debido a la pandemia de coronavirus. Los barcos transportaron en 2020 apenas 73,8 millones de toneladas de carga a través de la vía acuática artificial, un 11,6 por ciento menos que el año anterior.
En tanto, el número de buques se redujo un 12,3 por ciento hasta los 25.247. En 2008, el año de máxima actividad, fueron transportados 105 millones de toneladas de carga por el canal.