La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció este jueves que los abusos cometidos en Nicaragua en las últimos meses son consecuencia de la erosión de las libertades fundamentales y la fragilidad del Estado de Derecho a lo largo de los años.
Esta es la conclusión de la visita de expertos de la Oficina al país centroamericano en plena crisis social y política, en la que más de 300 personas han muerto, miles han resultado heridas, más de 700 han sido detenidas arbitrariamente y muchas de ellas han sufrido presuntamente malos tratos, según el organismo.
El máximo órgano de derechos humanos de Naciones Unidas insta además al Gobierno de Daniel Ortega a desmantelar inmediatamente a las milicias progubernamentales, "quienes de forma creciente han sido responsables de la represión y los ataques".