La lista, creada en 1551 por el papa Pío IV, censuró por casi 400 años títulos, autores y obras completas que la fe Católica consideraba perniciosas para la fe.
A lo largo de su historia, contó con más de 40 ediciones y en ellas se albergaron los nombres de escritores y libros hoy considerados esenciales para la historia de la literatura moderna.
Algunos de los escritores censurados fueron Giordano Bruno, René Descartes, Honoré de Balzac, Henri Bergson y Jean Paul Sartre.
Pero también se incluyeron algunos clásicos universales como “Los miserables” de Victor Hugo, “De revolutionibus orbium coelestium” de Nicolás Copérnico, “Justine” y “Juliette” del Marqués de Sade, “Madame Bovary” de Gustave Flaubert, e incluso “Lazarillo de Tormes”, de autor anónimo.