Cunegunda Peña Bonilla, de 84 años de edad, fue una mujer humilde, valiente y audaz. Falleció después de dar duras batallas contra la impunidad prevaleciente en El Salvador, que sufrió en carne propia: la desaparición de uno de sus hijos hace 40 años. Quienes la conocieron testifican que nunca se rindió en el reclamo de localizar a su hijo.
Su hijo Manuel Martínez Peña fue desaparecido, después de capturado por el ejército, en 1980, cuando ejercía como secretario general de la Unión de Pobladores de Tugurios (UPT), que defendía los derechos de los poblaciones residente en barrios marginales.
El comunicado de VIDAS indica que "por las carencias en las que vivía su familia, mucho antes enterró a otros dos (hijos) que murieron producto de enfermedades curables; además, no pudo sepultar, a “Chungo” y a Jacobo quienes fallecieron en el marco de la guerra iniciada en 1981".
"CUNEGUNDA PEÑA BONILLA (Niña Cune): Vaya para usted nuestro homenaje póstumo, celebrando que ya está con sus queridos hijos y felices de haber conocido su inmenso amor, su indoblegable firmeza, su impresionante valentía y su desbordante calidad humana", apunta VIDAS en tu homenaje.
Homenaje de CONABÚSQUEDA
"Lamentamos profundamente la partida de madre Cunegunda Peña Bonilla. Una madre que mantuvo la esperanza de encontrar a su hijo desaparecido forzadamente en el contexto del conflicto armado. Enfrentamos, una vez más, la crudeza del tiempo y la crueldad de la impunidad", expresa la Comisión Nacional de Búsqueda (CONABÚSQUEDA).