Decenas de veteranos de la fuerza armada de El Salvador marcharon el martes hasta Casa Presidencial para exigir al gobierno del presidente Nayib Bukele un aumento en sus pensiones y otros beneficios.
Los veteranos, algunos con uniformes militares, se concentraron el la Plaza El Salvador del Mundo, para luego marchar hasta las proximidades de Casa Presidencial, donde se ubican las oficinas del mandatario.
Fuerzas de choque de la Policía Nacional Civil montaron barricadas con púas para impedir el paso de los veteranos, pero se permitió el ingreso de un grupo de ellos que presentaron una carta con sus exigencias. No se registraron mayores incidentes.
José Antonio Amaya, uno de los voceros de los veteranos, explicó a los periodistas que están recibiendo una pensión de 100 dólares mensuales y están demandando un aumento de 200 dólares. Además, exigen que les den la indemnización que les prometieron al terminar la guerra en 1992.
Recordó que durante la campaña electoral el ahora presidente Bukele criticó que estuvieran recibiendo una pensión de 50 dólares y prometió que en su gobierno la aumentaría.
Ahora reciben 100 dólares mensuales, pero Amaya señaló que es insuficiente y “estamos pidiendo que la pensión llegue a los 300 dólares (mensuales) y la indemnización a los 3.000 dólares y que también se implementen los proyectos productivos y habitacionales que nos prometieron”.
Además, piden la construcción de un hospital para los veteranos de guerra, que según afirmó Amaya, “lo prometió Bukele”.
Al terminar la guerra en enero de 1992, las autoridades prometieron ayuda para todos los veteranos y de la fuerza armada y excombatientes del guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), pero 30 años después de silenciar los fusiles, siguen esperando el cumplimiento de los beneficios ofrecidos.
Por años los veteranos de la fuerza armada y los excombatientes del FMLN han salido a las calles parea exigir sus derechos, pero ni la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), ni el FMLN, que gobernaron el país durante 30 años, y ahora el presidente Bukele, han logrado cumplir con todas las promesas.