El diputado de ARENA, Juan Valiente, habló con ContraPunto y es tajante al referirse a su partido. No niega que hay crisis y que hay líderes que impulsan política barata y matonería dentro del partido al promover ofensas y miedo a quien piense diferente. Además, afirma que no ha hablado con nadie de la dirigencia tricolor desde su renuncia, pero que sigue siendo arenero.
***
Después de todo lo que ha sucedido, ¿se sigue considerando usted arenero?
Yo sí me considero parte del partido ARENA, porque no he presentado mi renuncia. Creo que los que dejan muy en entredicho su calidad de verdaderos nacionalistas son los que se ocultan en el anonimato para ataques personales, y los que no dan la cara para defender las ideas y qué significa poner primero a El Salvador.
En grupos internos ha habido insultos y calumnias. También he recibido llamadas de apoyo y de solidaridad de los verdaderos nacionalistas, incluso de muchos precandidatos que están en el proceso interno de elecciones.
Tras su renuncia, ¿se ha reunido o ha hablado con la dirigencia de ARENA?
No nos hemos reunido con nadie de la dirigencia después de la renuncia. No he tenido contacto alguno con la dirigencia del partido, pero sí con hermanos areneros que nos han llamado para darnos apoyo en la línea de declaraciones de la diputada Ana Vilma de Escobar, que pedía que incluso fueran otros los que renunciaran y no nosotros.
Lea también: Renuncia de diputados estremece cimientos de la derecha
¿Desde cuándo ustedes veían venir esta ruptura en ARENA?
Realmente no pensábamos retirarnos del proceso de elección interna. Incluso el viernes 30 de junio nos dieron información de parte de Mauricio Interiano y nos dijeron que todos los propietarios estábamos ratificados y llevábamos a nuestros suplentes, lo cual era importante para nosotros porque llevamos dos años de lucha interna para darle sustancia a la renovación y necesitábamos fortalecer el equipo de diputados en la dirección correcta.
Sin embargo, con los procesos que se empezaron a fraguar el sábado y que fueron confirmados con la conformación de la lista de precandidatos el domingo, nos quedó claro que había un interés genuino en destruir la renovación y que se convirtiera esto en un cambio de rostros pero manteniendo las viejas prácticas del pasado.
¿Tuvo miedo ARENA de perder el control de su conservadurismo?
Creo que algunos dirigentes de ARENA probablemente no han entendido que hay que cambiar y adaptarse para sobrevivir.
¿Cómo es su relación en el trabajo legislativo con sus demás colegas diputados de ARENA?
El miércoles 5 de julio estuvimos en la plenaria y muchos de los que se jactan de tener valores e integridad, ni siquiera se acercaron a dar un saludo fraterno. Otros muchos diputados de ARENA se acercaron a saludar, a darme ánimos, y algunos que no estaban totalmente de acuerdo en mi decisión pero ponen a la persona primero.
Sobre su futuro político, ¿vislumbra migrar a otro partido o formar uno nuevo?
Ciertamente no he considerado eso. Todavía permanezco en ARENA y trato de continuar la lucha interna y lograr los cambios que se requieren y esos pasan por nuevas formas de hacer política en la Asamblea Legislativa, y por enmendar que las prácticas de vivir de la política continúen enquistadas en el partido.
Les dije que ser precandidato me impedía dar una lucha más abierta y ahora pido el apoyo de bases y ciudadanos para lograr ejercer suficiente presión en la dirigencia para que los cambios se den si queremos ser un partido que atraiga.
A su juicio, ¿cómo debiera ser una derecha renovada en el país?
Es la tenemos que ir construyendo con ese millón y medio de jóvenes menores de 30 años que están hartos de la política y su clase, y están hartos de los partidos. Tenemos que entender qué significa ser de derecha hoy en El Salvador y reconstruir el partido.
Con lo sucedido, ¿cómo llega ARENA a la víspera de las elecciones de 2018?
Esta crisis puede convertirse en una gran oportunidad si tenemos la valentía de escuchar y cambiar. Todavía no puedo predecir qué va a pasar, pero creo no hemos perdido la oportunidad para convertirnos en una fuerza que arrase en 2018.
Le pediría a la dirigencia que comparta las proyecciones electorales y que sean honestos con los ciudadanos y decirles que no íbamos bien, que a duras penas nos íbamos a mantener y eso no es aceptable en la situación que tenemos en el país.
¿Hay más gente en ARENA que piensa diferente a la línea del partido pero teme decirlo?
Hay muchos de los precandidatos, incluso diputados propietarios actuales que han considerado dar un paso al costado pero quizás tienen otras preocupaciones, y ciertamente este ataque miserable que nos han hecho a nosotros como personas, lo que busca es generar temor, es un acto de matonería, de política barata que ojalá desapareciera de ARENA porque no merece a miembros que promuevan este tipo de política.
¿Quiénes impulsan ese tipo de políticas en ARENA?
Se pueden ver en redes sociales las publicaciones de Eduardo Barrientos y Sherman Calvo en esa línea. Eso es lamentable, especialmente viniendo de dirigentes del partido.
¿Cómo evalúa la democracia interna de ARENA?
Creo que hemos dado pasos importantes pero debemos seguir profundizando. No puede ser que se le haya limpiado el camino a tantos candidatos a alcaldes, empezando a parecernos al FMLN con candidaturas únicas porque una candidatura única no es más que un dedazo. No pueden decir que no existen dedazos cuando hay una limpieza de los precandidatos, especialmente en los aspirantes a alcaldes municipales en el país.