El candidato a ser secretario general del FMLN, Arístides Valencia, criticó el rumbo que tomó el partido en los últimos años.
Durante una entrevista con la Radio Mayavisión, Valencia destacó que “como FMLN no hemos estado a la altura de las expectativas del pueblo salvadoreño” y, como consecuencia, poco a poco han estado perdiendo la confianza de los votantes.
Valencia compite por el cargo en el FMLN con Óscar Ortiz, Cledys Molina y Vladimir Rodríguez. Las elecciones se celebrarán el próximo 16 de junio, en medio de fuertes críticas por la falta de transparencia y la presunta preferencia por Valencia.
“Como decía Schafick (Hándal), cuando nos alejamos del pueblo, el pueblo nos castiga y eso es lo que ha ocurrido”, comentó Valencia, en alusión al líder histórico de la guerrilla, firmante de los Acuerdos de Paz, ya fallecido.
En las elecciones presidenciales de 2019, el FMLN perdió casi 1 millón de votos. Después de 10 años al frente del Ejecutivo, se convertirá en partido de oposición con ARENA.
Pero además, de acuerdo a la encuesta de LPG Datos, el 7.2 % de los potenciales votantes simpatiza con el FMLN. Es su nivel más bajo desde 2006 y, además, mantiene una tendencia de caída en las preferencias desde 2014. Este año inició su último período presidencial.
Valencia recordó que el partido celebró un congreso en noviembre de 2015, con un estimado de 20,000 asistentes. El producto de ese encuentro fue un documento con “lineamientos” para el trabajo del partido. Ahí, recordó, se consignaron también las amenazas que enfrentaba ese instituto político incluso desde entonces.
El candidato continuó: “Los principales responsables de esto son (los miembros de) la dirección del partido”. Valencia dijo que la dirigencia del FMLN “no asumió la conducción y la aplicación de los lineamientos del trabajo del congreso” de noviembre 2015 y esta aparente negligencia “permitió que se fueran sustituyendo la prática revolucionaria, los métodos revolucionarios, por prácticas que ya van en otra dirección”, lamentó. Como ejemplo de estas prácticas, mencionó la imposición de candidaturas y la no consulta con la base.
Como propuesta para competir por el cargo, entre otras acciones, propone inscribir a más personas en el partido y continuar con la formación de los militantes.
