El director de la Dirección General de Centros Penales (DGCP), Rodil Hernández aseguró este jueves que el Gobierno pretende uniformar, preliminarmente, a cinco mil reos a fin de identificar, según el color del uniforme que usen, el nivel de peligrosidad que poseen y darle identidad y ordenamiento al sistema penitenciario del país.
“Esto tiene que ver con todo el esfuerzo de ordenamiento de los centros penales y también crear un efecto criminológico, porque cuando las personas ingresen al sistema deben saber que lo están, es decir el uniforme es la primera muestra de que la persona está en una condición diferente y que entienda que está cumpliendo una pena privativa de libertad”, explicó Hernández.
Esta medida a implementar nace como parte de las medidas extraordinarias que el Gobierno impulsó desde el pasado 29 de marzo como respuesta a la grave situación de criminalidad que afecta al país desde el 2015, año en que El Salvador se convirtió en el más peligroso de Centroamérica.
Dichas medidas se desarrollan en seis centros penales que albergan pandilleros, que según investigaciones oficiales, favorecían y ordenaban el cometimiento de delitos dentro y fuera de los recintos; asimismo, batallones integrados por la Policía Nacional Civil (PNC) y de la Fuerza Armada (FAES) patrullan zonas asediadas por estructuras pandilleriles.
Hernández asegura que uniformar a los reos es importante porque va a permitir identificar dentro del centro penal los niveles de peligrosidad a la cual el privado de libertad pertenece en relación a su adaptabilidad al cambio y transformación, “es una identidad interna, individual pero también una identidad del sistema penitenciario”.
Los primeros reos que serán uniformados, según el director, serán los que van a ser trasladados a los nuevos recintos (actualmente en construcción) que estarán ubicados en el Complejo Penitenciario de Izalco, departamento de Sonsonate, el cual albergará a reos de diferente grado de peligrosidad.
Para las nuevas instalaciones, la DGCP contratará a 820 agentes penitenciarios que estarán preparados en aspectos de gestión y control carcelario y una nueva formación doctrinal de valores y principios, debidamente investigados, de acuerdo a información oficial.
La inversión que permitirá uniformar a los internos aún no ha sido cuantificada, según explicó el director, sin embargo afirmó que la misma representará un desembolso elevado, “todavía no hemos cuantificado completamente cual será la inversión, sin embargo estamos realizando cotizaciones previas a efecto de vislumbrar el costo del proyecto”.
Por décadas el sistema penitenciario del país fue el que menos recibió inversión alguna que permitiera mejorar la calidad de las cárceles, evitar el hacinamiento carcelario y mejorar la estancia de los privados de libertad, según lo afirmó Hernández.
