Cuando llega el momento de preparar la boda, las parejas dejan volar su imaginación para conseguir que su ceremonia sea la más original de todas. Algunos no consiguen salir de los tópicos pero otros, por el contrario, sorprenden a los asistentes con grandes dosis de creatividad. Es el caso de Kevin Ulrich, un animador que pasó por la vicaría el pasado 17 de abril de 2016 y que quiso dejar a sus invitados con la boca abierta a través de un vídeo en el que contaba su historia de amor con piezas de Lego.
Ulrich, especialista en montajes con estos clásicos juguetes, decidió hacer de su trabajo el hilo de su narración. En tan sólo 73 segundos, Kevin fue capaz de concentrar todos los buenos momentos vividos con su actual mujer, Celina Frenn. Ambos coincidieron en la oficina y, a pesar de que el autor de la grabación aseguraba que jamás saldría con nadie de su trabajo, terminó prendado de la nueva persona que se incorporó en plantilla.
Ulrich cuenta en el vídeo cómo empezó a mostrar interés por Frenn nada más verla ““la retrata con una figura de Lego rubia y de amplia sonrisa”“, cercanía que se hizo más y más grande según se fue dando cuenta de que Celina compartía con él sus aficiones: ‘El señor de los anillos’, los videojuegos y Harry Potter, entre ellas. Kevin intentó resistirse a los encantos de su nueva compañera, pero finalmente decidió correr el riesgo y le pidió salir. Ella, por suerte para ambos, aceptó.
Después, una serie de viajes a lo largo del mundo afianzaron más su amor hasta que, sin previo aviso, Ulrich le pidió matrimonio de una forma muy especial: escondió la pregunta en una botella que ella encontró mientras navegaban en góndola por Venecia. Tras la respuesta afirmativa, Celina y Kevin se casaron en una ceremonia ‘geek’ en la que se proyectó el vídeo de Lego. “Para mi querida Celina. Ahora, siempre, y para siempre”, se sentencia como final de la grabación antes de que un inoportuno Gollum aparezca en mitad de la ceremonia.
Tomado de: El Confidencial.