Al hacer historia del actual Zoológico Nacional nos remontamos al 16 de octubre de 1883, fecha que da origen y establece un Museo Nacional, por medio del Decreto Legislativo, Diario Oficial, del cual formó parte el ahora Parque Zoológico Nacional en sus orígenes, gracias a la iniciativa del Dr. David Joaquín Guzmán, bajo la administración del entonces Presidente de la República, Dr. Rafael Zaldívar.
Siendo parte del Museo, el zoológico estuvo ubicado, al nacer, en el mismo edificio donde se alojaba la antigua Universidad Nacional y la Biblioteca. No se trataba exactamente de un parque, sino que un área de investigación, exhibición y documentación zoológica denominada, Instituto de Historia Natural, a cargo del Dr. Samuel Ortiz, en aquel entonces Jefe de Zoología.
En 1902 se instaló el Museo y Zoológico, en "Villa España", antigua residencia de la familia Sagrera.
Por primera vez, el 13 de febrero de 1913, se decretó el establecimiento de un Jardín Zoológico durante la Presidencia del Dr. Manuel Enrique Araujo.
En 1940, éste fue trasladado a unos terrenos situados a inmediaciones de Casa Presidencial, en el área del Parque Venustiano Carranza, fecha en la cual su director, el Dr. Rafael González Sol, empezó realmente a organizarlo de acuerdo con las normas establecidas en su clase.
El 23 de diciembre de 1953 fue trasladado a los terrenos que ocupa actualmente [antigua finca Modelo] con un área aproximada de 10 manzanas, y en ese entonces con 208 animales de diferentes especies en su haber y bajo la dirección del señor Eduardo Fisher.
El 29 de junio de 1955 se conformó un lote de 17 ejemplares exóticos, comprados en Hamburgo, Alemania, entre los cuales figuraba una elefanta asiática llamada Manyula, muy querida y recordada por los salvadoreños, quien murió el 21 de septiembre de 2010.
En la actualidad, el Parque Zoológico Nacional, mediante su estructura organizativa y funcional es una institución que cumple con la Educación, Recreación, Conservación e Investigación.
Sin embargo con el correr del tiempo esta sitiado, contaminado, con la emisión de humo y ruido ensordecedor de buses, vehículos y viviendas aledañas en su entorno.
Uno de los principales objetivos han sido la recreación, educación y conservación de especies de animales, y que en algunos casos, han fallecidos por causas aún no esclarecidas.
Si bien es cierto que ofrece a sus visitantes una colección de animales exóticos, aves, reptiles entre otros, el ambiente no es el adecuado; ya que la parte ecológica y ambiental dejan mucho que desear.
Todo propósito que persigue un parque zoológico es el de promover la conservación, el rescate y la difusión de los recursos naturales.
Creo y considero que es tiempo de impulsar un parque nacional que este lejos de la ciudad y la contaminación ambiental.
El Cerro de Guazapa, específicamente en el área general de Los Lirios y La aldea – que debe ser un área natural protegida – ofrece una inmensa área para albergar un nuevo Parque Zoológico Nacional, en donde tanto los animales como sus visitantes sientan la naturaleza y espacios adecuados para tener un mejor contacto visual.
Es oportuno resaltar que es tiempo de pensar en este cambio del Zoológico Nacional, el que ofrecerá al público visitante un nuevo ambiente y paisajes naturales agradables, colección de animales, ambientes acompañados con métodos de ilustración, los que permitirán una enseñanza objetiva de las Ciencias Naturales, especialmente en Zoología, Ecología, educación informal y áreas afines de estudio.
Al mismo tiempo, ayudara a conservar, proteger, y reproducir especies de El Salvador amenazadas con la extinción.
El propósito fundamental de un parque zoológico es el estudio y conservación de la fauna silvestre.
El Presidente recientemente electo, debe unir esfuerzos con toda la sociedad salvadoreña, en crear las condiciones objetivas y adecuadas en impulsar este mega proyecto para un nuevo Parque Zoológico Nacional en beneficio de nuestro país y de nuestra sociedad.
