Las Fuerzas Armadas de Ucrania llevaron a cabo un ataque en territorio ruso utilizando misiles de largo alcance Storm Shadow de fabricación británica, en una acción aprobada por Reino Unido. Según el diario “The Guardian”, esta ofensiva es una represalia contra Rusia por desplegar más de 10,000 soldados norcoreanos en su frontera.
El ministro de Defensa británico, John Healey, evitó confirmar detalles específicos sobre el ataque, pero señaló que “las acciones de Ucrania en el campo de batalla hablan por sí solas”. Su homólogo ucraniano, Rustem Umerov, también optó por no dar información directa sobre el uso de estos misiles, limitándose a declarar que las fuerzas ucranianas están “capacitadas y son capaces de responder”, según reportó la cadena BBC.
Contexto de la escalada militar
El lanzamiento de los misiles Storm Shadow se produce tras la autorización de Estados Unidos para que Ucrania utilice misiles balísticos ATACMS en ataques previos. Moscú informó que cinco de estos misiles estadounidenses fueron interceptados, mientras que fragmentos de un sexto impactaron en una instalación militar en Briansk, sin causar daños significativos.
En paralelo, Rusia anunció una actualización en su doctrina nuclear, permitiendo respuestas con armamento nuclear en caso de ataques convencionales que comprometan la soberanía rusa o bielorrusa.
Reacciones internacionales
El Kremlin ha advertido que el suministro de misiles de largo alcance a Ucrania por parte de Estados Unidos y Reino Unido podría marcar un punto de inflexión en el conflicto. Moscú acusó al gobierno de Joe Biden de buscar prolongar la guerra, tras confirmarse también el envío de minas antipersonales a Ucrania.
Según el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, estas armas están destinadas a contrarrestar cambios en las tácticas militares rusas, que priorizan avances a pie seguidos de operaciones vehiculares.
(Con información de Europa Press y Aristegui Noticias).