El Triángulo Norte: Honduras, Guatemala y El Salvador redujeron en 2016 el índice de homicidios debido a la implementación de políticas de seguridad, afirmó el experto en seguridad, Ricardo Sosa.
“Los tres países sobrepasaron el registro de más de cinco mil asesinatos anuales, pero ninguno superó los cinco mil quinientos homicidios”, dijo Sosa.
El Salvador registró 5.278 homicidios en 2016 y una tasa de 81.20 asesinatos por cada cien mil habitantes, según datos de la Policía Nacional Civil (PNC); en 2015 reportó 6.657 asesinatos y la tasa de homicidios fue de 104 por cada cien mil habitantes.
Lo anterior revela que la reducción entre el 2015 y 2016 del delito de homicidio fue de 22.8 por ciento, la cual, de acuerdo al Gobierno, se obtuvo por el desarrollo de medidas extraordinarias antidelincuenciales.
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En Guatemala, en 2016, se registraron un total de 5.460 muertes violentas, según el gabinete de Seguridad, la tasa de homicidios fue de 31.5 por cada cien mil habitantes; en 2015 reportó 5.677 asesinatos y una tasa de 33.84 por cada cien mil habitantes, es decir, el delito se redujo en 2.34%.
Asimismo, Honduras reportó una disminución considerable, en 2016 finalizó con 5.050 homicidios y una tasa de 57.65 por cada cien mil habitantes, de acuerdo a cifra oficiales; en 2015 alcanzó los 5.108 asesinatos y la tasa registrada fue de 59.50, la disminución es del 1.85% en comparación de los dos periodos.
Según el experto, a pesar de las reducciones, el Triángulo Norte sigue siendo la región más violenta y peligrosa del mundo sin guerra declarada.
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No obstante los tres países han sido contundentes y se han unificado para combatir la delincuencia generada principalmente por pandillas, quienes son los responsables de homicidios, tráfico de armas y drogas, entre otros delitos.
Los países, a través de fuerzas fronterizas conformadas por policías y militares intercambian información de inteligencia, realizan capturas, extradiciones inmediatas y operativos en conjunto contra pandillas y otras estructuras del crimen organizado.
Estados Unidos apoya a los tres Gobiernos a través del Plan de la Alianza para la Prosperidad, el cual financia programas que permitan solventar problemas económicos y de seguridad en la región a fin de reducir los flujos de migración hacia ese país.