Mohammad Kheir Daqneesh, padre de Omran, el niño que se convirtió en símbolo del sufrimiento en Alepo, Siria, denunció el uso que medios occidentales hicieron de la imagen de su hijo, usándolo como propaganda.
Según Daqneesh, lo primero que hicieron miembros del grupo de emergencia “˜Cascos Blancos”™, fue sentar al pequeño en una ambulancia para fotografiarlo, en lugar de brindarle primeros auxilios.
El hombre explicó que él luchaba por evacuar al resto de su familia, y cuando regresó, encontró a los equipos de ayuda filmando imágenes en lugar de ayudar.
“Mientras estaba ocupado salvando a mi familia, esas personas filmaban cómo escapaban de los escombros para emplear esas imágenes en su propaganda“, relató.
Además, Daqneesh aseguró que el niño fue fotografiado sin su consentimiento y que desde entonces ha tenido que tratar de ocultarlo para que la gente no lo reconozca, pues su vida podría correr peligro debido al uso que se dio de su imagen.
“Incluso le afeite la cabeza, le cambié de nombre y por un tiempo le impedí salir a la calle para protegerlo del acoso", dijo Mohammad. "Todo lo que quiero es que lo dejen en paz", agregó.
El hombre asegura que miembros de la oposición siria lo consideran un traidor por no colaborar con ellos y que ha recibido amenazas. Daqneesh culpa a los Cascos Blancos por exponer a su hijo y a su familia, y lamentó que estos trabajen más como reporteros que como ayuda para las víctimas.