La Asamblea Legislativa aprobó, con 64 votos, un recomendable a los titulares del Ministerio de Salud, en su calidad de rector del Sistema Nacional Integrado de Salud, con el objeto de que exista una unidad de diálisis en cada uno de los hospitales de dicho sistema.
El decreto aprobado se encuentra en armonía a lo que establece la Constitución de la República, art. 1, donde se normar que El Salvador reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado y que en consecuencia este tiene la obligación de asegurar a los habitantes de la República, entre otras cosas, la salud.
Bajo ese principio, y con base en la realidad del país, la enfermedad renal crónica constituye un serio problema de salud, no es exclusivo de la zona rural, ya que puede afectar a la población en general.
En ese marco, el Parlamento salvadoreño recomienda a la ministra de Salud, para que en un lapso de seis meses, en todos los hospitales del Sistema Nacional Integrado de Salud, se instalen equipos para dializar a los pacientes con insuficiencia renal, así brindar la oportunidad de que tengan una mejor calidad de vida.
Se estima que en El Salvador la enfermedad progresó de 49,135 consultas en el 2015 a 71,336 en 2017. Según datos de la Comisión de Salud del Órgano Legislativo, existe un total de 8,761 hospitalizaciones y con un saldo de 2,390 fallecidos. A escala mundial, se calcula que el 10% de la población presenta problemas de enfermedad renal en sus diferentes estadios.
