Transcurrida los primeros años del siglo XXI el V. O. M. (Viejo Orden Mundial) considera haber alcanzado su magnificencia en el año 2016 al acercarse el fin del período presidencial de Hussein Obama.
En este año la situación del planeta puede describirse de la siguiente forma: Medio Oriente [1] está en guerra el gobierno de Obama sigue órdenes del V. O. M. y da inicio la que se llamó La Primavera írabe, está en poco tiempo se convierte en una crisis mundial que involucra a la OTAN y Rusia.
Mientras tanto en Occidente el accionar del grupo financiero decide crear a partir de malos manejos del mercado mobiliario una crisis financiera global que tiene como propósito de fortalecer su propio sistema, pero además debilitar financieramente a los países desarrollados; esto es posible pues cuentan con la complicidad de los gobiernos por ellos impuestos quienes obedientemente acceden a pagar las pérdidas de los grandes bancos con dinero de los contribuyentes. La élite se enriquece y los estados desarrollados acumulan deuda.
Esta acción combinada de financieros y complejo militar contribuyen con armas a la desestabilización de medio oriente y ífrica del Norte, y paralelamente debilitan la estructura de Europa y EE.UU. al absorber las pérdidas de sistema financiero y a esto se deben sumar las invasiones de millones de refugiados las que demandan gasto no presupuestado por los estados.
El debilitamiento de la estructura de los países y el enriquecimiento del 1 % de la población mundial como contraste. Eso sin mencionar la muerte de millones de civiles inocentes como colateral de estas guerras y de las que nadie es responsable.
En América el futuro no es halagador. La banca central mundial y la industria del armamento han manejado al mundo a su antojo y está por concluir el segundo término del primer presidente de color [2] en los EE.UU. Su próximo movimiento tiene el propósito de elegir a la primera mujer presidenta en EE.UU. y para ello han escogida a Hillary R. Clinton [3].
La situación militar de los Estados Unidos se ha vuelto desventajosa con respecto a Rusia y China, países que han trabajado sin desmayo para consolidar sus economías y fuerzas armadas, para lo cual han debido abandonado las costosas aventuras de desestabilización regional, en las que los EE.UU. es el único que continúa empeñado. Este país internamente durante estos periodos presidenciales ha sufrido el número mayor de despidos de militares y el presidente ha asumido el poder de decisión final. Las relaciones militares con civiles se encuentran en el más bajo nivel histórico
Económicamente los salarios en Norteamérica hasta el 2016 acumulan varios años sin aumentar, las políticas de globalización suman refugiados e inseguridad al país, además, de drenar las arcas nacionales. El desempleo se incrementa, la deuda aumenta, la balanza de pagos crece deficitariamente, los altos impuestos y las regulaciones del gobierno no estimulan la generación de empleo. El pueblo en el imperio no encuentra inspiración, este es un fuerte indicio de que el imperio se dirige a su fin.