Otro niño de 10 años perdió por completo su mano derecha, luego que al quedarse sólo en la calle tomó un mortero que había sido lanzado y le explotó en la mano, la cual debido a la gravedad de la lesión tuvo que ser amputada informaron autoridades de Salud. Este sería el segundo caso de este tipo durante las festividades Navideñas y Fin de Año.
De acuerdo con el Jefe de Epidemiología del Hospital Bloom, Carlos Enrique Mena, el hecho sucedió el 31 de diciembre en Ciudad Delgado, cuando la madre llegó con el niño al hospital y detalló a los colegas lo sucedido.
El primer caso fue el de un niño en San Luis Talpa, el pasado 24 de diciembre, a quien también le tuvieron que amputar la mano derecha.
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Según Mena, los días de recuperación del muñón puede tardar algunos menos pero la principal afectación se encuentra en la parte psicológica, social y familiar con la que se tendrán que enfrentar el niño posteriormente, lo que llevará más tiempo.
De 24 de diciembre al 1 de enero, Salud reportó 20 niños quemados con pólvora, 14 de ellos permanecen hospitalizados y oscilan entre los cinco y nueve años.
“La mayor parte de las quemadura son en extremidades superiores y le siguen en secuencia las manos, la cabeza y los ojos”, declaró Eduardo Espinoza, Viceministro de Salud.
La mitad de las víctimas se encuentran ingresadas en el área de cirugía plática y la otra en cirugía oftalmológica, detalló Espinoza.
Las autoridades señalaron que el 99% de los casos está vinculado al descuido de los padres, quienes no supervisan a sus hijos en la manipulación de la pirotécnica. Espinoza aseguró que los incidentes han sido reportados a la Fiscalía General de la República (FGR), quien se encargará de judicializar e investigar los casos.