Salvador Sánchez Cerén, presidente de El Salvador y ex jefe insurgente en la guerra civil (1980-1992), afinó detalles de su visita a la ciudad del Vaticano para estar presente en la canonización del ahora beato monseñor Óscar Arnulfo Romero, informó hoy la Presidencia en un comunicado.
Sánchez Cerén, de 74 años de edad y maestro de profesión, se reunió este miércoles con su embajador ante el Vaticano, Manuel López, en la cual se detalló que en los días previos a la canonización, a la cual asistirá el mandatario, "se realizarán distintas actividades para celebrar la elevación del obispo mártir de El Salvador a los altares".
Romero era arzobispo de San Salvador cuando fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un francotirador de un escuadrón de la muerte de ultraderecha que comandaba el mayor del ejército ya fallecido Roberto D´Aubuisson, de acuerdo al informe de la Verdad, de Naciones Unidas de 1993, que publicó los más graves crimenes cometidos en la guerra civil por el ejército, escuadrones de la muerte y guerrilla.
El comunicado oficial apunto que las actividades en honor al beato Romero se realizarán entre el 11 y 13 de octubre, que incluyen la inauguración de una escultura de Romero en Roma, y culminarán con la ceremonia de canonización el día 14.
"El diplomático salvadoreño detalló que está previsto un encuentro con la comunidad de salvadoreños residentes en el exterior y una misa de acción de gracias posterior a la canonización", asegura el comunicado gobernamental.
El beato salvadoreño, quien fue asesinado por "odio a la fe", según el Vaticano, será canonizado junto a Pablo VI durante el Sínodo de Obispos, la asamblea de prelados llegados de todo el mundo a la Santa Sede para debatir temas relativos a la juventud, que se realizará desde el 3 hasta el 28 de octubre.
Romero tenía al 62 años cuando fue asesinado. Fue un firme defensor del respeto a los derechos humanos y denunció las masacres campesinas así como los asesinatos y secuestros que realizaban las entonces guerrillas izquierdistas.