El sacerdote de la diócesis de Santa Ana, Edwin Baños, reaccionó a las declaraciones que brindó a la revista Factum, el pastor de la Iglesia Elim, Mario Vega, quien afirmó que en el país hay persecución religiosa.
“Nuestra posición no está basada en una ideología política o en un posicionamiento partidario, sino que en el evangelio. Cuando se hace un pronunciamiento o se emite una opinión se hace desde las escrituras. El que haya un ataque por expresar lo que las escrituras dicen para El Salvador hoy, para mi constituyen una persecución religiosa”, dijo el pastor Vega.
Baños coincidió con su colega evangélico, al decir que no se está lejos de esta acción represiva.
Al respecto, el padre Baños dijo “no lo hemos vistos en máximas expresiones, pero no me cerraría a que se pudiera dar de manera más fuerte, porque nuestro campo es llevar la luz de la verdad, estar con aquel que más lo necesita y si nosotros como pastores estamos viendo que no se está llegando con quienes mueven los hilos del caminar de un país, es lógico que vamos a pronunciarnos”.
Añadió: “Entonces ahí se dará lo que ha sucedido con San Oscar Arnulfo Romero, el padre Rutilio Grande, el padre Cosme Spessotto, catequistas y laicos que han sido predicadores de la palabra de Dios” quienes fueron asesinados por odio a la fe.
El entrevistador repreguntó al sacerdote. ¿Usted no considera que haya una persecución religiosa? “No considero que haya persecución religiosa, pero no me cierro a que, si la situación empeorara y como iglesia tuviéramos que pronunciarnos en favor de los más necesitados, de las costumbres y de la fe, no dudaría de que también se pueda atentar contra nosotros”, concluyó.
Mientras tanto, el presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, arremetió en Twitter contra el pastor Vega y el rector de la UCA, Andreu Oliva, luego que ambos criticaran, por separado, las decisiones emanadas de la bancada legislativa del Presidente Nayib Bukele y que han sido contrarias a la Constitución.
“¿Desde cuándo Mario Vega es el representante o la voz de los cristianos en El Salvador y/o de la interpretación de las Sagradas Escrituras? Es más, algo debe quedar claro: quienes lo impulsan como opinador e ‘influencer del 3%’ son algunos medios, no la comunidad evangélica”, tuiteó Castro luego de que el diputado Walter Alemán se cuestionara en esa red social la denuncia de Vega a Factum de que hay “persecución religiosa”.
Castro fue más allá y trajo a cuenta unas declaraciones de Vega, por su trabajo de prevención de la violencia con la iglesia Elim que preside, sobre que la tregua entre pandillas representaba “una oportunidad” para frenar la violencia.
“Otra cosa: quizá hay que ir recordándole ya a Vega algunas de sus bondadosas palabras hacia la negociación oscura con delincuentes en el pasado, durante el gobierno del nicaragüense Mauricio Funes”, remarcó el presidente legislativo.
Castro también tuvo duras palabras para el rector de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Andreu Oliva, quien criticó este lunes en la radio YSUCA que el 1 de mayo que la bancada oficialista destituyó a los magistrados de la Sala de lo Constitucional para imponer funcionarios alineados con el Ejecutivo, la separación de órganos había quedado anulada. Además calificó de “nefasto” el trabajo de la bancada del presidente Bukele.
“Es normal que Oliva descalifique a la Bancada Cyan y a la Asamblea. Primero porque una de las razones de la mercantilización educativa en la UCA es él y su visión más empresarial que académica. La UCA es hoy solo una empresa que vende educación e intenta vivir de su historia”, tuiteó Castro.
El pasado 28 de diciembre, durante un acto oficial, Ernesto Castro reiteró la subordinación del Legislativo a Bukele, al declarar que lo van a “acompañar en las decisiones que él tome”.
Diversos sectores han criticado la falta de independencia entre Órganos de Estado, es decir la separación de poderes consagrada en la Constitución de la república y los pesos y contrapesos que rigen las democracias. Esta ausencia de contrapesos fue evidente precisamente este 1 de mayo, cuando la bancada del presidente Bukele, con amplia mayoría, destituyó sin derecho a defensa a los magistrados de la Sala Constitucional y al Fiscal general para imponer funcionarios afines.