El nuevo representante del gobierno de los Estados Unidos en El Salvador, el coronel Ronald Johnson, ya fue juramentado por las autoridades de su país para poder asumir el cargo en la fecha correspondiente.
Jean Manes, que ha estado tres años en el cargo, termina su período de manera oficial el 31 de agosto. Así, a partir de septiembre, Johnson se convertirá en el nuevo representante del gobierno estadounidense en El Salvador.
La fecha coincide con el inicio del último del FOMILENIO II en su fase de ejecución. Además, habrá un ambiente con fuerte carga política en la nación norteamericana, mientras se aproximan las elecciones presidenciales.
Johnson fue juramentado el pasado seis de agosto por el vicepresidente Mike Pence. “Fue un honor haber juramentado a Ron como embajador de EUA ante El Salvador“, publicó Pence. Luego aseguró que continuarán “fortaleciendo la relación con el presidente Nayib Bukele”. A través de Twitter, también, Bukele respondió a Pence: “seguir construyendo un fuerte relación con los Estados Unidos es una prioridad para mí, para mi Gobierno y para mi país”.
Trump nominó a Ronald Douglas Johnson como nuevo embajador de Estados Unidos a El Salvador en octubre de 2018. En junio de 2019, fue ratificado por el Senado de ese país.
El nuevo embajador tiene una trayectoria con muchos hitos como funcionario. Tiene una maestría en la Universidad de Inteligencia Nacional. Se retiró del ejército estadounidense con el cargo de coronel. Después, se desempeñó como un enlace técnico de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) con el Mando de Operaciones Especiales de EUA y también fue asesor especial del Comando Sur de Estados Unidos del Departamento de Defensa, entre otros puestos.
En el ínterin, el encargado de negocios de la Embajada Americana, Brendan O”™Brien, estará al frente. O”™Brien, según la oficina diplomática, es un oficial de carrera. Ha trabajado en las embajadas de Buenos Aires (Argentina) y de Kabul (Afganistán).
El Salvador ha dado un énfasis diferente en la relación con los Estados Unidos, para que sea más fluida. La idea es tener un vínculo más cercano y dejar de enfocarse solo en la obtención de recursos o de cooperación. Hasta el discurso alrededor de la migración por la vía ilegal, o irregular, tuvo un giro. Los funcionarios del Gobierno mencionan que el principal cambio se debe dar en el país para evitar saturar las fronteras y el sistema estadounidense con peticiones de asilo. Sin embargo, ahora el gobierno de Trump espera que quienes necesitan asilo en territorio estadounidense hagan la petición y se queden esperando en territorio centroamericano: en Guatemala, Honduras o en El Salvador.