El ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, afirmó este lunes que los privados de libertad suelen fabricar con facilidad armas cortopunzantes para dañar físicamente a otros reos, cómo en el caso del pandillero lesionado en el penal de máxima seguridad en el departamento de Zacatecoluca el pasado 22 de enero.
Tres reos hirieron de gravedad a Juan Carlos Hernández, quienes “con engaños” lo contraminaron contra los barrotes mientras éste repartía el desayuno a otros presos y lo apuñalaron. Hernández falleció en un nosocomio mientras recibía atención médica.
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Ramírez Landaverde explicó que no todos los privados de libertad, en ese penal, se encuentran aislados, existen celdas compartidas en seis sectores
“estos hechos ocurridos realmente representan una falla en los sistemas de seguridad, puesto que, aunque las armas son el elaboradas por los mismos privados de libertad con diferentes objetos que se encuentran en el mismo sistema penitenciario con el fin de atentar contra la vida de otros reos”, dijo el ministro.
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El funcionario aseguró que los reclusos elaboran las armas blancas con cepillos de dientes, tubos de pasta dental, lapiceros y restos de material metálico de la infraestructura del penal.
“Mantenemos el problema de un fuerte conflicto dentro de una estructura delincuencial que es la que está provocando estos hechos, ya tuvimos anteriormente otro hecho en el penal de Izalco y en otros donde hay privados de libertad miembros de pandillas”, explicó el ministro.
Además agregó que, a pesar de las revisiones y las contantes requisas que se desarrollan en los penales, los reclusos pueden poseer algunas armas hechizas.
El 22 de agosto de 2015, catorce reos del penal de Quezaltepeque, departamento de La Libertad, fueron asesinados por supuesta purga entre pandilleros de la mara 18 revolucionarios. Ante la masacre. Las víctimas fueron apuñaladas.
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Asimismo, El 12 de octubre de 2016, en el Centro Penitenciario de Izalco, en el departamento de Sonsonate; cuatro reos del sector uno fueron asesinados. Según informes de la Fiscalía General de la República (FGR), los cuerpos de las víctimas presentaban señales de estrangulamiento, algunos también habían sido apuñalados.
Recientemente, el director de la DGCP, Rodil Hernández, dijo que los hechos de sangre dentro de los recintos “se dan de manera silenciosa”, ya que, en la mayoría de casos, los custodios se dan cuenta hasta el momento de realizar el conteo nocturno.
