El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, dimitó este miércoles a su cargo en medio de una crisis por acusaciones de soborno y corrupción vinculadas a la constructora brasileña Odebrecht, y a la supuesta compra de votos en diciembre pasado para evitar su destitución.
"Frente a esta difícil situación que se ha generado y se me hace injustamente aparecer como culpable de actos que no he cometido, pienso que lo mejor es que renuncie", anunció en una alocución televisada el mandatario.
Según medios internacionales, Odebrecht admitió haber pagado casi cinco millones de dólares por asesorías a empresas ligadas a Kuczynski cuando era ministro. Además admitió que hizo aportes a la campaña en 2006 y 2011 a los últimos cuatro ocupantes de la silla presidencial peruana, incluyendo a Kuczynski y a Keiko Fujimori.
La crisis que vive el gobierno peruano desde hace meses se agravó el martes luego de que la oposición fujimorista publicara unos videos que muestran a aliados políticos del mandatario intentando comprar el voto de otros congresistas para evitar su destitución.
Kuczynski anunció que envió al Congreso la carta de dimisión, que tras recibirla, deberá votar el jueves su aceptación o procederá finalmente a considerar la presidencia vacante por "incapacidad moral" del mandatario.
La dimisión llega un día antes de que el parlamento volviera a debatir y votar la vacancia de Kuczynski por sus supuestos vínculos con la constructora brasileña Odebrecht y entre llamados a la renuncia de varios congresistas.
Kuczynski se convierte en el primer mandatario latinoamericano en perder su puesto por los lazos de la corrupción vinculados a Odebrechet que ha admitido haber pagado decena de millones de dólares en sobornos a varios países de América Latina para adjudicarse contratos de obras públicas.
La Constitución peruana afirma que tras la renuncia, deberá ser el vicepresidente, Martín Vizcarra, quien asuma el poder para completar el mandato hasta julio de 2021.
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Con informes de BBC e INFOBAE