El FMLN privilegió la relaciones diplomáticas con el gobierno de los EEUU durante la guerra, a mediados de la década de los ochenta, dos representantes del partido estaban haciendo lobby en el Congreso, el Senado y el Departamento de Estado; tuvieron tanto éxito en sus relaciones, que la Comandancia del FMLN comenzó a preocuparse, inició una investigación para establecer si sus representantes estaban realizando su trabajo correctamente. Esto permitió llevar paralelamente dos tipos de negociaciones de paz, la principal con el gobierno salvadoreño y lateralmente con el gobierno de los EEUU; pero en la práctica la negociación lateral avanzó con mayor rapidez, lo que dinamizó el avance en las negociaciones con el gobierno.
Los acuerdos FMLN/EEUU no se dieron a conocer, tenían que ver con el hecho que el FMLN se había comprometido a avanzar en el proceso de negociación de acuerdos de paz con el gobierno salvadoreño, no continuar con la lucha militar después de los Acuerdos de Paz, disminuir la intensidad de la alianza que el FMLN tenía con Cuba, Viet Nam, Corea del Norte y otros países en donde había un gobierno revolucionario y comprometerse en continuar su lucha revolucionaria mediante elecciones, a cambio de que los EEUU respetara la lucha electoral para impulsar una revolución democrática , así como su solidaridad con otros movimientos revolucionarios de otros países.
Después de los Acuerdos de Paz, se continuó con la representación del FMLN ante el gobierno de los EEUU, se levantamiento de sanciones migratorias en contra de los dirigentes del FMLN (excepto para aquellos involucrados en actos terroristas contra ciudadanos estadounidenses), la mayoría de dirigentes del FMLN obtuvieron visas de diez años para viajar a los EEUU y algunos de ellos recibieron cursos sobre democratización, administración pública y otras disciplinas en organismos internacionales, financiados por el gobierno de los EEUU, se ha mantenido relaciones abiertas y de respeto con la Embajada de los EEUU, el Congreso, el Senado y el Departamento de Estado.
Las relaciones políticas y económicas del FMLN con el gobierno revolucionario de Venezuela fueron aceptadas a regañadientes por el gobierno de los EEUU, no obstante las iniciativas económicas y políticas que estaba impulsando el gobierno venezolano a nivel latinoamericano en contra de los intereses de los EEUU.
Durante la administración de Mauricio Funes, uno de los representantes del FMLN ante el gobierno de los EEUU fue nombrado embajador ante ese país; los EEUU aumentaron la ayuda económica por intermedio de AID, FOMILENIO y ONG norteamericanas. Algunos dirigentes del FMLN, hicieron declaraciones ofensivas contra el gobierno de los EEUU, pero la dirección del partido evitó que las relaciones con EEUU se deterioraran. Mauricio Funes pretendió radicalizar las relaciones con los EEUU, asumiendo una posición crítica sobre su política exterior, el embajador salvadoreño opinó que eso no contribuía a mantener relaciones positivas con ese país, el funcionario fue trasladado nombrando a un profesional que había formado parte de la Comisión Diplomática del FMLN, la dirección del partido logró que Funes comprendiera la necesidad de mantener buenas relaciones con los EEUU y el nuevo embajador hizo un buen trabajo diplomático y las relaciones continuaron con normalidad.
En la medida que la política exterior de los EEUU se fue radicalizando contra el movimiento revolucionario en América Latina, las relaciones con el FMLN se tensionaron, pero se logró mantener una relación de respeto mutuo. Algunos comentaristas políticos salvadoreños dijeron que las relaciones del gobierno salvadoreño con el de EEUU se deteriorarían, pero el Presidente Trump continúo con una relación diplomática constructiva. Hasta el año 2016 se podría decir que las relaciones diplomáticas del FMLN con el gobierno de los EEUU han sido mejores que las del partido ARENA.
Los casos de corrupción de funcionarios del gobierno salvadoreño y el interés del gobierno de los EEUU de combatir la corrupción, han minado las relaciones diplomáticas con ese país. La migración ilegal hacia los EEUU de parte de ciudadanos de los países del llamado triángulo norte, tensionó progresivamente las relaciones de los gobiernos de esos países con los EEUU, se convenció a los EEUU de la necesidad de apoyo financiero para fortalecer medidas de política que redujeran significativamente ese tipo de migración; sin embargo, los migrantes adoptaron formas colectivas y masivas, esto ha molestado al gobierno de EEUU, acusando a los gobiernos por no tomar medidas que limiten o impidan esa forma de migración.
La designación de Alexandra Hill como futura ministra de Relaciones Exteriores es muy positiva, es una profesional muy bien preparada y con experiencia en relaciones internacionales, su intensión de mejorar las relaciones con los EEUU es muy buena y necesaria.