La directora del Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Jeannette Aguilar, expresó que es prematuro hablar de una considerable reducción de homicidios en el país ante el desarrollo de medidas de emergencia contra la criminalidad.
“Es difícil adelantar tendencias cuando solo llevamos dos meses de reducción de homicidios, habría que ver que tanto se mantiene esa tendencia y comportamiento a lo largo de tiempo, las misma autoridades señalan que es difícil poder hacer análisis cuando estamos hablando de un período muy corto”, dijo Aguilar, también experta en temas de seguridad.
Las medidas de emergencia para combatir la delincuencia se implementaron desde el 29 de marzo de 2016 por el Gobierno, las cuales se han desarrollado en siete centros penales y en zonas asediadas por las pandillas.
Según reportes de la Policía Nacional Civil (PNC) y del Instituto de Medicina Legal (IML), el promedio diario de asesinatos en abril y mayo de 2016, ha sido de 10. Sin embargo de enero a marzo del mismo año, se registraban 23.2 muertes dolosas.
“Sin duda que esta reducción temporal obedece en buena medida también a la neutralización que se hace contra pandillas, pero también a una decisión de líderes de pandillas para reducir la violencia, había que ver que tan sostenible es esta situación”, dijo la experta.
Según estadísticas del IML, enero de 2016, finalizó con 738 asesinados; febrero con 661, marzo cerró con 626 muertes, en abril se reportaron 334 homicidios y en mayo 351.
Mayo de 2015 finalizó con 643 asesinatos; el promedio diario de muertes era de 18.2. Además 6.657 personas perdieron la vida a causa de la epidemia de criminalidad que situó a El Salvador como uno de los más violentos del mundo.
¿Y los grupos de exterminio?
Aguilar considera que los grupos de exterminio, o de limpieza, siguen operando pese a la disminución de homicidios, “de hecho habría que ver cuántos de los 10 o 12 homicidios que se producen a diario están asociados a estos grupos o a las mismas intervenciones policiales, en el marco de lo que ellos llaman enfrentamientos armados con pandilleros”.
En los últimos meses, investigaciones judiciales han demostrado que policías han sido parte de grupos extrajudiciales para asesinar pandilleros y cometer otro tipo de delitos.
Entre los casos más recientes: el 6 de mayo del año en curso, la PNC desarticuló una banda ligada a ejecuciones extrajudiciales integrada por 22 personas, entre ellas seis agentes policiales. Los detenidos se encuentran en prisión provisional desde el 11 de mayo mientras dura el proceso en su contra. (Vea nota).
“En el contexto de la guerra abierta que se ha declarado hacia las pandillas se ha animado la emergencia de estos grupos, y obviamente no hemos visto una acción decida del Estado o autoridades policiales para investigar si la Policía forma parte de ellos”, señaló Aguilar.
La experta agregó que aún se desconoce quién financia los grupos extrajudiciales, así como también cómo operan y los posibles nexos que puedan tener con la institucionalidad del Estado.
“Estos grupos se dedican al sicariato, a ofrecer servicio de sicariato a particulares como ha sucedido en el pasado; esta situación ha tomado otro rumbo en la medida de que han entrado a conformar o aportar a la escalada de violencia y venganza entre básicamente la institucionalidad y pandillas”, acotó.